La sequía de premios continúa. Este año, Málaga se quedó con el gordo y el flaco se vino para Córdoba. De los 43,8 millones de euros de lotería de Navidad consignados este año para la provincia, una media de 55,37 euros por habitante, solo han vuelto en forma de premios algo más del millón de euros, es decir, 1,37 euros por barba, y eso contando los 400.000 euros que recibirá una familia montillana que compró hace meses en Baeza un boleto del gordo (71.198) y que prefiere mantenerse en el anonimato.

Cuatro años después de que la cafetería Uruguay vendiera un décimo electrónico de uno de los quintos premios del gordo, la lotería volvía a sobrevolar el municipio montillano. «Todavía no nos lo creemos», reconoció a CÓRDOBA uno de los agraciados, que prefirió mantenerse en el anonimato para preservar su identidad. «Estaba terminando un trabajo y me llamó mi madre, que estaba viendo el sorteo por la televisión, para decirme que nos había tocado el gordo», relató este vecino de Montilla, que compartirá su premio con sus padres y con un hermano, con los que cada año suele jugar algún décimo en Navidad «como tradición familiar». «Cuando salimos de viaje fuera de Montilla, bien sea de vacaciones o por una escapada de fin de semana, solemos comprar lotería y, en esta ocasión, mi padre nos encargó un décimo aprovechando que nos íbamos de fin de semana a Úbeda y Baeza», explicó.

Una vez depositado el décimo premiado en una entidad bancaria, esta familia montillana recibirá, descontados ya los impuestos, un total de 320.000 euros, con los que pretenden, según dijeron, «tapar agujeros y emprender algunos proyectos profesionales que teníamos en mente pero que, hasta ahora, no habíamos podido llevar a cabo por falta de financiación».

EN EL CORTE INGLÉS // A parte del premio adoptivo de Montilla, en la capital, la administración de El Corte Inglés celebró ayer haber vendido el pellizco más gordo, dos décimos del segundo premio (51.244) que salieron de su máquina expendedora. Javier Romero y María José Muñoz, propietarios del negocio desde hace tres años, se quitaron ayer «la espinita» que tenían con la lotería de Navidad. «Mis padres han regentado esta administración durante más de veinte años y hemos repartido muchos primeros y segundos premios de la Bonoloto, la Primitiva, la Lotería Nacional...», explicó Javi, «pero nos faltaba el de Navidad». Nerviosos y emocionados, no dudaron en abrir una botella de espumoso para celebrarlo.

AL CRISTO DE LOS FAROLES // Se da la circunstancia de que este año, la administración ha cambiado su sello, colocando en el emblema por primera vez una imagen del Cristo de los Faroles, al que Javier es muy devoto. «Anoche (por el día 21) fui a Capuchinos a pedirle al Cristo que repartiéramos algo, así que me he quedado en shock cuando han llamado para avisarnos», confesó, rodeado de sus padres, que al conocer la noticia acudieron al establecimiento a celebrarlo con ellos. «Aunque no te toque a ti, es una alegría saber que has dado suerte a otros», coincidieron Javi y María José, que el año pasado se quedaron a un número solo de repartir el segundo premio.

EL TERCERO, VIAJERO // Como el primer premio, el tercero (06.914) también pasó de refilón por Córdoba gracias a una vecina de El Higuerón que compró unos cuantos décimos de los de verdad en Madrid, premiados cada uno de ellos con 50.000 euros, según informó Cordópolis. De esta forma, la barriada cordobesa fue escenario también de varias celebraciones gracias al inesperado premio, que llevó a algunos a compartir su alegría en público. En este caso, no se sabe a ciencia cierta la cantidad total repartida, ya que la persona que los adquirió se encargó de venderlos a un número indeterminado de vecinos. Precisamente, los décimos viajeros son los que más alegrías dan en años como este, en los que los premios son tan escasos. Quién sabe cuántos más cordobeses habrán pillado algún premio gracias a algún otro décimo viajero que, en años como este, de gran sequía, reparten el botín de la lotería de Navidad.

EN HINOJOSA DEL DUQUE // Otro décimo del mismo número premiado con el segundo (125.000 euros) fue vendido en la localidad de Hinojosa del Duque. Salvador, tercera generación de la histórica administración de lotería hinojoseña, ahora titular de la misma, se mostró «feliz», aunque, como en los otros casos, dijo desconocer quién había sido el afortunado. Es lo que pasa con la lotería que se vende a través de la máquina, la más resultona en el día de ayer en Córdoba y que cada vez gana más adeptos, según los dueños de las administraciones, y apenas deja rastro de los agraciados.

Hasta Priego de Córdoba se fue otro pellizco, esta vez de 200.000 euros a cuenta de un cuarto premio, un número de lo más bonito, el 13.378. Otro 8 de los cuatro números con esta terminación que ayer resultaron agraciados durante el sorteo: el primero (71.198), un cuarto (13.378) y dos quintos (03.278 y 58.808).

Los quintos hicieron el resto por Córdoba con décimos premiados con 6.000 euros cada uno. Premios de consolación que fueron más que bienvenidos en un día en el que se cumplieron 40 años desde la última vez que el gordo de Navidad se vendió en la provincia. «Con el paro que hay y la falta que hace», se quejaban ayer en los bares al cierre del sorteo. Luego, todo el mundo pasó a comprobar si entre los números comprados había algún 8 por aquello del reintegro (20 euros al décimo) o las pedreas, 100 euritos, que tampoco vienen mal. Los que se hayan quedado sin nada tendrán que esperar al año próximo o al sorteo del Niño, que ya está a la vuelta de la esquina. La esperanza es lo último que se pierde.