El tiempo pasa y Córdoba sigue sin contar con espacios para congresos de mayor envergadura a pesar de que hay dos proyectos en marcha. Desde que el Palacio de Congresos de la calle Torrijos cerró sus puertas a la organización de eventos con motivo de la ampliación de su salón de actos, hecho que ocurrió en el 2014, han pasado cuatro años, y algo menos, tres, han transcurrido desde el inicio de las obras para transformar el antiguo pabellón de Cajasur en un centro de exposiciones, ferias y convenciones (CEFC). Desde entonces, y según los datos de la Asociación Profesional de Organizadores de Congresos de Córdoba (APOC), Córdoba ha dejado de ingresar una media de 30 millones de euros al año en distintos conceptos. Los cálculos de la APOC indican que a final del 2018 se habrá perdido la oportunidad de recibir los más de 127 millones de euros que hubieran dejado congresos, ferias y otros eventos en la ciudad.

Aunque aún no hay datos del 2017, las estimaciones del área de Congresos del recién creado Imtur son que el balance será más o menos similar al del 2016, que acabó con 83 reuniones entre congresos, convenciones y jornadas, que contaron con 15.773 delegados y que provocaron un impacto económico de 8,6 millones, cantidad un 77% inferior a la que debería haberse registrado con un recinto de congresos de mayor capacidad. Esos eventos se celebraron en hoteles (principalmente el Córdoba Center y el Parador de la Arruzafa), en el Círculo de la Amistad, en el Rectorado, en Rabanales o en el centro de visitantes. Si se compara la actividad de Córdoba con la de Málaga capital, las diferencias son abismales. Según la información facilitada por el director de Convention Boureau de Málaga, Francisco Quereda, la capital tuvo 165 eventos con 72.515 delegados en el 2016, que causaron un impacto económico de 72,5 millones, mientras que en el 2017 (datos provisionales) la cifra subió a 210 con 80.355 asistentes y 80,3 millones. En los últimos cuatro años el turismo de congresos ha dejado en Málaga 279 millones, mientras que en Córdoba solo 32 (suponiendo que el 2017 se cierre con otros 8,6), es decir, un 88% menos. El presidente de la APOC, Vicente Serrano, lamenta las «oportunidades que estamos perdiendo frente a Málaga, Sevilla y Granada, que son nuestras principales competidoras», que «se llevan todo lo que sale».

El problema es que el sector sigue sin ver la luz al final del túnel y sumido en la incertidumbre al no poder barajar fechas concretas. «La situación es desesperante», afirma Vicente Serrano, que considera que «no es de recibo que Córdoba siga sin infraestructuras de este tipo», lo que obliga al sector a salir de la ciudad, que ahora mismo está «en los circuitos provinciales pero no en los nacionales e internacionales». «Hace más de cuatro años que Córdoba no presenta candidatura para un congreso», explica Serrano, por la falta de infraestructuras adecuadas. En cuanto a ferias, y según Serrano, se limitan a «Intercaza, la de los Municipios, la de productos ecológicos, o Expomiel, y poco más», que se celebran en la Diputación, por lo que la actividad también es escasa, a pesar de que «hay un mercado interesante».

Vicente Serrano está convencido de que hasta el 2020 no estarán a pleno rendimiento los dos edificios en obras. La Junta reanudó la reforma del Palacio de Congresos en primavera del año pasado y las obras alcanzan un nivel de ejecución del 80%, por lo que la fecha prevista de finalización es a mitad de este ejercicio. Ese será el primer edificio que estará operativo porque el CEFC está en la fase de resolución del contrato y aún tiene que salir a concurso la obra para culminar la reforma, que quedó parada el año pasado a la mitad, por lo que los trabajos se prolongarán hasta el 2019. Serrano piensa que la Junta debería proceder ya a llevar a cabo la concesión administrativa de la gestión. «Hay que hacer ya una labor de promoción y captación para que todos los entes empiecen a funcionar», señala. Así, «la Junta, a través de Turismo Andaluz; el Ayuntamiento, a través del Imtur y Convention Boureau; y los empresarios tendríamos que tener folletos divulgativos de los espacios para venderlos», añade.

El sector de congresos ve la situación con «inquietud, preocupación e indignación», según señala el presidente de la Asociación Profesional de Organizadores de Congresos, por la «inoperancia de los políticos en la resolución de un asunto que tanto perjuicio económico está produciendo a Córdoba».