Manolete como torero y como ser humano. Esos fueron los dos grandes ejes que marcaron ayer una mesa redonda convocada por Diario CÓRDOBA, que se suma así a los actos conmemorativos del centenario del nacimiento de esta leyenda de la tauromaquia, efemérides que hoy se cumple. En la Fundación Cajasol, que se asienta precisamente en el lugar que hace más de 50 años albergaba la plaza de toros de Los Tejares, CÓRDOBA presentó el especial Documentos Córdoba, que se entrega gratuitamente con el periódico de hoy, en el que a través de 32 páginas se recorre la vida de Manolete como torero y como hombre.

En el ruedo de la fundación los cinco invitados: el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado; el periodista Tico Medina; el decano de los matadores de toros de Córdoba, José María Montilla; el crítico taurino Rafael Sánchez, y el miembro de la comisión municipal del Centenario de Manolete, Francisco Gordón. En la presidencia (moderador de la mesa redonda) el redactor de CÓRDOBA Rafael de la Haba, que junto a Rafael Sánchez han llevado el peso de este documento informativo sobre Manolete. Presentó el acto el redactor jefe de este periódico Rafael Aranda, que dio con la tecla de lo que allí se conmemoraba: «Manolete vive», dijo.

De la Haba definió al torero por «su personalidad, por la verticalidad y la quietud en su toreo, por ligar los pases, por ponerse en el sitio, ahí donde todos los toros embisten», dijo, para concluir que fue «referencia y espejo de toreros».

Los participantes hablaron de los inicios de Manolete como torero, en qué basó su tauromoquia, de lo que el público cordobés le exigió al diestro, de los hitos de su carrera... Y reflexionaron sobre lo que supuso su toreo para la Fiesta.

PARTIPANTES // Rafael Sánchez indicó que Manuel Rodríguez Sánchez se inició en este arte «porque estaba empeñado en sacar a su familia de una situación comprometida», en la que Córdoba no era ajena a «penurias» de la Guerra Civil, señaló Primo Jurado cuando habló de la Córdoba de esa época. «¿Y cuál era la principal virtud de Manolete?» Para Montilla no hay duda: «Quedarse muy quieto», dijo para después señalar que el maestro Pepe Luis Vázquez había dicho que «Manolete no era técnico, sino mágico» en su toreo.

Por su parte, Tico Medina, que habló más de la persona que del torero, definió al protagonista como «un hombre único, diferente, distinto, de los que no se dan con frecuencia», mientras que Francisco Gordón comentó que el diestro «fue esclavo de su grandeza» cuando se refirió a la exigencia con la que trataban al matador de toros. A este respecto, Primo Jurado afirmó que «Córdoba aplaudió a Manolete una vez muerto». Tampoco faltaron referencias a sus amores, como así se dijo: Doña Angustias, madre del torero, y Lupe Sino, su novia.