El gerente del consejo regulador de la Denominación de Origen Montilla--Moriles, Enrique Garrido, describió ayer como "un problema puntual" la suspensión del acceso a la Cata del Vino que tuvo lugar el viernes pasado y explicó que se debió a "una actuación poco adecuada" por parte de una persona.

En esta línea, explicó que "fue un problema más de precaución y de seguridad que, verdaderamente, de masificación, entrabas al recinto y tampoco es que estuviera lleno". Esta situación dio lugar a que la Policía Local levantara un acta de infracción, al entender que se había superado el aforo permitido en la explanada de la Diputación provincial (de 3.000 personas). En referencia a la actuación policial, Garrido avanzó que "resolveremos ese expediente de manera administrativa y no va a haber ningún problema". También recordó que "en alguna otra ocasión ha habido un expediente de ese tipo y se ha resuelto sin ninguna incidencia". El sábado por la noche, la Policía "felicitó a la organización por cómo se había desarrollado la entrada y la salida de público al recinto, y por lo bien que se había gestionado esa masificación", señaló Garrido, aclarando que "todos sabemos que llega un momento en que el recinto llega a su aforo máximo y se va regulando".

Por su parte, el presidente del consejo regulador, Javier Martín, admitió ayer en la presentación de resultados que "ha habido algunas críticas, porque la gente quería quedarse a partir de una hora determinada por la tarde", pero "no podemos tener la cata abierta 24 horas", señaló.