La previsión que manejaba la Coordinación del Plan Andaluz de Médula Ósea este verano era conseguir 4.500 donantes nuevos de médula este año en la región. En el caso de Córdoba, el objetivo era censar a entre 500 y 600 donantes nuevos, precisa el técnico de promoción del CRTS, Pedro Muñoz, cálculos que se hacen en función de la cantidad de población de cada provincia. Sin embargo, en septiembre las instalaciones del CRTS de Córdoba y la del resto de provincias andaluzas, en especial las de Málaga, se han visto desbordadas de personas que querían hacerse donantes de médula, concienciadas gracias a varias campañas surgidas en las redes sociales, entre ellas la del malagueño Pablo Ráez, un joven marbellí de 20 años que pidió este verano a toda la sociedad que se hiciera donante de médula, con el objetivo no solo de hallar uno compatible para él sino también para ayudar a tantos pacientes en su misma situación. El caso de otro niño de Granada animó a su vez este verano a muchos andaluces a hacerse donantes de médula.

Así, de enero a julio ya había registrados 8.196 donantes nuevos de médula en Andalucía, cifra muy superior a los 4.500 previstos para todo el año, mientras que en Córdoba ya se han superado los 1.000 hasta septiembre (y se planteaban como mucho 600 en todo el año) y en Málaga, los 850 estipulados para el 2016 ya han sido sobrepasados, pues en julio ya había 1.600 donantes nuevos.

El técnico de promoción del CRTS explica que, a diferencia de la donación de sangre, en la que se extrae una bolsa al donante cuando dona, para inscribirse como donante de médula solo se le toma al candidato una muestra de sangre y se le realiza una entrevista médica sobre su estado de salud, similar a cuando se va a donar sangre, para descartar patologías o estados de salud contraindicados con la donación. El donante de médula se incluye en el registro de la Fundación Carreras. Así, si en algún momento se encuentra un paciente compatible, se cita a esta persona para comprobar la compatibilidad y, en caso de que sí lo sea, se lleva a cabo la donación, previa realización de varias pruebas médicas. En el caso de Pablo Ráez, su donante ha aparecido en Estados Unidos.

Pedro Muñoz valora la consecución de tantos donantes nuevos de médula, aunque se muestra más a favor de ir captándolos poco a poco entre los donantes que acuden al CRTS o en las 500 colectas para donar que se programan al año, más que con campañas puntuales en las que se piden donantes de médula para un enfermo concreto. «Lo positivo es que bastantes de esos nuevos donantes de médula se han hecho también de sangre, siendo además muchos jóvenes, lo que garantiza que puedan ser solidarios más tiempo», añade Muñoz. El técnico de promoción del CRTS recuerda que toda la información para hacerse donante de médula ósea y lo que implica se encuentra en las webs del CRTS (www.donantescordoba.org) y de la Fundación Carreras (www.fcarreras.org/es).

El ejemplo

Cuando acabe el año probablemente se hayan superado los 1.300 donantes nuevos de médula en Córdoba. Una de ellas es María Trinidad Pérez, de 35 años. Ella es donante de sangre habitual desde el 2001, pero hasta el presente año no se planteó ser también de médula ósea. «El Centro Regional de Transfusión Sanguínea se desplaza a mi trabajo para que donemos sangre. Exceptuando los dos embarazos que he tenido, siempre dono cuando vienen. Debemos concienciarnos todos de la necesidad de donar sangre y también de inscribirnos como donantes de médula ósea, porque no hay mayor satisfacción que saber que podemos ayudar sin esfuerzo a salvar la vida a una o muchas personas que pueden necesitar de nuestra donación por motivos de salud. Hay muchas personas que tienen miedo a hacerse donantes de médula porque piensan que le va a doler. Pero para inscribirte en el registro de donantes únicamente te extraen una poca sangre para definir tu compatibilidad. Si luego en un futuro tu perfil fuera compatible con el de algún paciente que necesite una donación de médula, a lo mejor ya entonces te extraerían las células de la médula pero, mientras, no», precisa María Trinidad.