La Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba hizo público ayer su rechazo al informe de los expertos sobre la titularidad de la Mezquita, que consideran un intento de algunos partidos y fuerzas políticas de «eliminar a los cristianos de la sociedad», dentro de una operación que da «su primer paso intentando arrebatar los templos a su legítima propietaria: la Iglesia». En un comunicado, las cofradías cordobesas lamentan, en primer lugar, que la comisión ha estado formada por personas designadas por el Ayuntamiento de Córdoba «cuya afinidad política y sesgo ideológico permitían prever las conclusiones expuestas».

La Agrupación de Hermandades y Cofradías expresa en este comunicado su «más firme apoyo al obispo de Córdoba y al Cabildo de la Catedral en todas las acciones» que emprendan para oponerse al dictamen de la comisión, que propone al Ayuntamiento acudir al Tribunal Constitucional, en el marco de «una operación que da su primer paso intentando arrebatar los templos a sus legítimos propietarios: la Iglesia».

Por eso, la Agrupación de Cofradías manifiesta su «más enérgico rechazo a la campaña que el propio Ayuntamiento de la ciudad está promocionando, con la única intención de crear división y discordia entre los propios cordobeses».

En opinión de las cofradías, «las falsedades conscientemente incluidas en este informe sobre la propiedad de la principal iglesia de la Diócesis cordobesa solo pretenden elevar el rango de la confrontación y desviar la atención de los ciudadanos de la ineficacia en la gestión, para centrarlas en la propiedad de un templo, como si fuera normal y razonable considerar que las iglesias pertenecen a gestores públicos y a políticos intolerantes en lugar de a los fieles que a ellas van a orar y, por ende, a la jerarquía eclesiástica que los representa».

Además, para la Agrupación de Hermandades y Cofradías, «el intento de elevar incluso al Gobierno de España las abyectas conclusiones del informe no hacen más que corroborar la actitud insidiosa de tal propuesta, dado que, precisamente, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, fue una de las componentes de la comisión que lo elaboró --si bien salió de la misma tras su nombramiento como vicepresidenta--, y no hacen otra cosa que introducir en la dinámica de un gobierno débil un asunto que volverá a servir para marcar el paso mediático de la actualidad, hasta que se vean en la obligación de rectificar y corregirse a sí mismos una vez más».

El problema, a juicio de las cofradías cordobesas, es que «por el camino se habrá creado un nuevo motivo para el conflicto y el enfrentamiento entre ciudadanos, en lugar de procurar la unión y armonía, como sería de esperar de políticos responsables y eficaces».