En agosto del 2015, el Gobierno creó mediante decreto un registro que obligaba a las entidades religiosas, incluyendo mezquitas y oratorios musulmanes, a consignar el nombre de sus ministros o responsables religiosos. Sin embargo, en dos años no se ha logrado concluir, al menos en el caso de los imanes, aunque fuentes del Ministerio de Justicia insisten en que el censo estará operativo en los próximos meses.

El registro del ministro de culto tendrá un periodo de vigencia de dos años, transcurridos los cuales será obligatoria su renovación o perderá vigencia. Según las mismas fuentes, el Gobierno está trabajando junto a todas las confesiones religiosas para facilitarles la «adaptación» a la nueva normativa y elaborar los listados.

En el caso del culto musulmán, la Comisión Islámica de España (CIE), el organismo que representa a las más de 1.000 comunidades religiosas islámicas, precisa que lleva tiempo trabajando en ello y que espera que el censo de imanes esté listo para finales de este año. Aunque no lo obliga el real decreto, el registro recogerá también si son «contratados o voluntarios» y si trabajan a tiempo «completo o parcial», según ha precisado la entidad.

La Federación de Agrupación de Mezquitas de España ha instado a que cuando se traiga a España a un imán se haga bajo una supervisión que verifique la defensa de valores como la tolerancia, la convivencia y la lucha contra el extremismo y el odio.

Esta Federación, junto con el Centro Cultural Islámico de Fuenlabrada (Madrid), han remitido un comunicado conjunto en el que alertan del riesgo de tratar directamente, por ejemplo, con un imán de Marruecos para traerle a España sin pasar controles oficiales. «Es una aventura que conlleva grandes riesgos», enfatizan. «Este imán puede recibir un visado y venir a una mezquita en España, pero puede llevar en su mente ideas radicales y perjudiciales para la comunidad marroquí y la sociedad española», recalcan.