Los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT no esperaban mucho del debate de ayer, al igual que la oposición, pero tras el anuncio de Mariano Rajoy exigieron mayor concreción. Las centrales llevan esperando varios años, desde la reforma socialista del 2011 y un reglamento aprobado en el 2014, pero no desarrollado, a que se materialice la mejora de las pensiones de viudedad. Incluso el Gobierno tenía preparado un decreto sobre el tema que paralizó ante la falta de Presupuestos para el 2018.

Unai Sordo y Pepe Álvarez tacharon de «decepcionante» la comparecencia del presidente del Gobierno, sobre todo porque no respondió a las demandas de los pensionistas, que llevan semanas de movilizaciones, ni a las expectativas del resto de la sociedad ante un tema tan sensible. El líder de CCOO echó en falta medidas para aumentar los ingresos de la Seguridad Social que frenen los recortes previsibles por la aplicación de la reforma del PP del 2013, que impide que las pensiones suban en paralelo a la inflación. Una vez separadas las fuentes de financiación del sistema, «se tiene que abrir un debate político de fondo», según Sordo. Sería el momento de «revertir» la reforma, mejorar la fórmula de revalorización y suprimir el factor se sostenibilidad que entra en vigor en enero del 2019.

APOYO A LAS MANIFESTACIONES / En esta línea, Pepe Álvarez pidió más detalle a Rajoy porque las reformas que ha adoptado desde que llegó al Gobierno, «lo que hacen es recortar paulatinamente las pensiones». El líder de UGT llamó la atención sobre el hecho de que, además de debates parlamentarios, «se necesita resolver los problemas». Por ello llamó a todos los ciudadanos a apoyar las manifestaciones de los pensionistas que se celebrarán este sábado porque «es un problema que afecta hoy a los jubilados, pero también a los jóvenes porque es el futuro de su sistema de pensiones».

Pedro Sanchez, líder del PSOE, se sumó a quienes piden concreción y se muestran defraudados por el resultado del debate. Las propuestas de Rajoy son «claramente insuficientes, seguir como estamos, viviendo del crédito», dijo tras seguir el debate en su despacho al no ser diputado. La comparecencia del presidente fue «de trámite» porque no dio «ninguna respuesta a las preguntas de la calle». Escuchar las peticiones de los pensionistas fue una de las ideas más escuchadas durante el debate en el Congreso como sugerencia de todos los portavoces de la oposición.

Ningún grupo parlamentario dio un respiro a Rajoy. Solo Albert Rivera coincidió con el presidente y líder del PP en rechazar la vinculación de las pensiones al IPC. El presidente de Ciudadanos mostró su disposición a apoyar los Presupuestos Generales del Estado para este año si en él se incluye una rebaja del IRPF de los pensionistas que cobran menos. Puso sobre la mesa la fórmula para que baje la presión fiscal de las rentas entre 12.000 y 17.000 euros anuales, lo que supone que el 25% de los pensionistas tengan entre 33 y 70 euros más en el bolsillo a final de mes.

Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, pidió a Rajoy que suba el salario mínimo a 1.000 euros para así mejorar de entrada las pensiones más bajas. El líder de la formación morada recordó que con los 2.000 millones de euros empleados en el rescate de las autopistas se podrían haber revalorizado las pensiones este año de acuerdo con el coste de la vida. «Lo que estamos proponiendo no es ideológico», dijo Iglesias. «Cuando hablamos de pensiones hablamos de seguridad social, hablamos de paz social y orden. No rompan la paz social y el orden».