Casi 300 niños, 296 para ser exactos, fueron acogidos el año pasado después de que el servicio de protección de menores de la Junta de Andalucía retirara la tutela a sus familias biológicas por diversos motivos, entre los que figuran la negligencia en el cuidado, los malos tratos o los abusos. La cifra de acogimientos se mantiene más o menos estable (en el 2016 hubo 289). La finalidad de esta medida es que cada vez haya menos niños que tengan que pasar por centros de protección de menores y que cuenten con un vínculo afectivo en el que apoyarse cuando los que deberían tener en sus progenitores fallan.

Existen distintos tipos de acogimiento según las circunstancias de cada menor, si bien predominan los acogimientos permanentes (258) y los que se realizan a través de familia extensa (parientes de los niños afectados). La familia extensa siempre tiene preferencia a la hora de acoger a los menores por la existencia de un vínculo afectivo, aunque es necesario que se den ciertas circunstancias para que se asigne. Para evitar el paso de los niños, sobre todo los más pequeños, por los centros de protección de menores, cada vez se hace más uso de los acogimientos de urgencia, que en el 2017 casi se duplicaron, pasando de 24 a 40. También crecen los acogimientos especializados (de 43 a 55 en un año).

La asociación AVAS es la encargada en la provincia de Córdoba de buscar las familias y realizar el seguimiento a los menores una vez tiene lugar el acogimiento. Según Araceli Medina, coordinadora de este programa en AVAS, son numerosas las familias que solicitan información para acoger a menores, un servicio público que no tiene nada que ver con la adopción, ya que los menores en acogimiento tienen siempre la opción de mantener el contacto con su familia biológica, a diferencia de los niños que son adoptados. En Córdoba existen unas 200 unidades familiares acogedoras, un número que varía arriba o abajo, pero que se mantiene estable más o menos cada año. En el 2017, alrededor de una veintena de familias se incorporaron en Córdoba al programa de acogimiento aunque, según Medina, siguen haciendo falta hogares que atiendan a grupos de hermanos, a niños menores de 7 años y a aquéllos que presentan alguna discapacidad o necesidad especial. Lo más habitual es que las familias opten a acogimientos permanentes, que dejan de recibir el seguimiento de la Junta cuando los menores cumplen la mayoría de edad. En principio, no existe limitación alguna para ser familia de acogida. Una persona sola puede acoger si cumple los requisitos de idoneidad, que abarcan desde las condiciones económicas del interesado, su disponibilidad horaria, el entorno, la vivienda o las aptitudes psicológicas para atender correctamente a estos niños. Cabe recordar que se trata de menores que, en la mayoría de los casos, han sufrido mucho, por lo que las familias deben hacer un curso para atender sus necesidades correctamente. En todos los casos, se tiene muy en cuenta, según Medina, la disponibilidad y aptitud de los solicitantes, así como las habilidades personales para abordar las situaciones que se puedan producir.

DÓNDE LLAMAR PARA ACOGER // Según la Delegación de Salud, Igualdad y Políticas Sociales, en este momento hay 44 niños en Córdoba susceptibles de acogimiento familiar que viven en centros de menores a la espera de que se encuentre una familia para acogerlos. El teléfono de contacto de AVAS es el 900 102 388.