Miércoles de noviembre, plaza de Las Tendillas, tarde soleada de temperatura agradable y un pastel cordobés de más de siete metros dividido en 16.000 porciones para repartir de forma gratuita junto a miles de frutys de Covap, litros de café Capuchinos y decenas de botellas de anís de Rute. Con esos ingredientes, Diario CORDOBA y la Agrupación Provincial de Pastelería endulzó ayer la tarde a miles de personas, locales y foráneos, que acudieron masivamente a celebrar la festividad de los patronos de la ciudad, San Acisclo y Santa Victoria, en la décimo tercera edición de este evento, que se ha convertido en una cita obligada para los cordobeses.

Y como es habitual, las instituciones locales y provinciales se sumaron a la fiesta. El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, no quiso perderse el pastel: "Siempre está muy bueno, pero este año me ha sabido a gloria", confesó sincero, "creo que hay que cuidar este tipo de actos y darles el cariño que los pasteleros y el periódico les dan para que no sea un puro trámite sino que mantengan su liturgia y que la degustación del dulce esté acompañada de otros productos de la tierra de los que tenemos que estar orgullosos". Para el director de Diario CORDOBA, Francisco Luis Córdoba, "el objetivo de esta iniciativa es que la gente pase un rato agradable y parece que los cordobeses tienen memoria histórica y después de trece años se está convirtiendo en una tradición más", explicó, antes de plantear la necesidad de "rescatar la fiesta de los patronos, que pasa un poco desapercibida". Por su parte, el vicepresidente de la Diputación, Salvador Fuentes, subrayó el valor de este tipo de eventos "que el periódico organiza de forma muy inteligente y que nos permiten presumir de los productos autóctonos en una gran fiesta familiar". Y es que, si hay un elemento característico de esta fiesta es la presencia de familias enteras. Como la de Nazaret, una niña de siete años que ayer probó por primera vez este dulce. "He venido con mi madre, mi tía y un amigo y hemos estado esperando desde las cuatro y cuarto para probarlo", explicó la pequeña, "nos lo estamos pasando muy bien". La primera en poder disfrutar de su porción de pastel fue Carmen Vidal, que esperaba desde las tres de la tarde. "Me he enterado por el periódico y no he dudado en venir", dijo mientras Manuela y Mamen, dos compañeras y vecinas de Poniente Sur entonaban el 'Soy cordobés' animando a los presentes. "Llevamos en la calle desde las nueve de la mañana y hemos dicho, ¿por qué irnos sin probar el pastel?". A su lado, Francisco Paz, de 73 años, esperaba en primera fila que se abriera la verja para lanzarse a la degustación. "Es la primera vez que vengo, pero me parece un gran idea celebrar así el día de los patronos". Una fecha que, según algunas madres presentes, desconocen muchos niños "que creen que los patrones son San Rafael y la Fuensanta". Durante horas, una docena de pasteleros repartieron a destajo hasta la última porción, que conquistó también el paladar de muchos estudiantes, entre otros, Cristian García y sus compañeros de Erasmus. "Vienen de toda Europa y están alucinando con el sabor y la fiesta, les encanta".