El aeropuerto de Bruselas pidió ayer a los viajeros que no acudieran a las instalaciones hasta nuevo aviso tras la cancelación y el retraso de decenas de vuelos por los entre 3 y 15 centímetros de nieve caída en la capital belga en la mañana del lunes. «Fuerte nevada: no vengan al aeropuerto hasta próximo aviso. Hasta medio día habían sido cancelados 50 vuelos y 90 más sufrían retrasos, según la última actualización oficial de los datos ofrecida por un portavoz de la empresa a la agencia Belga. El aeródromo indicó que las perturbaciones podrían afectar tanto a los vuelos con origen como con destino en Bruselas y se debían a los trabajos de retirada de la nieve y deshielo de las pistas, mientras que la falta de visibilidad obligó a desviar algunos vuelos.

El Instituto Real de Meteorología de Holanda activó el código rojo debido al temporal de nieve que afectó al país y que obligó además a cerrar temporalmente el aeropuerto de Eindhoven (sur) y a cancelar varios vuelos desde el de Ámsterdam-Schiphol (centro).

Al menos una persona murió y otras cinco resultaron heridas leves durante el paso de la borrasca Ana por Portugal, donde se mantuvo la alerta amarilla. La Autoridad Nacional de Protección Civil informó que desde la tarde del domingo hasta primera hora del lunes se registraron 3.187 incidentes relacionadas con el temporal, la mayoría de ellos en el distrito de Lisboa. Las fuertes precipitaciones y vientos, que llegaron a superar los 100 kilómetros por hora en algunas zonas, provocaron la caída de casi 2.000 árboles. Como consecuencia, una persona murió y otras cinco resultaron heridas leves.

En Francia, más de 100.000 hogares en el norte y el oeste del país, se encontraron ayer sin electricidad a causa del fuerte temporal. Además, algunas de las principales carreteras sufrieron atascos.