Los alcaldes de Cañete de las Torres y Villa del Río solicitaron ayer la declaración de zonas catastróficas de los dos municipios tras las lluvias caídas en la tarde--noche del miércoles que provocaron importantes daños materiales, aún sin cuantificar, y la muerte de una mujer que fue arrastrada por la tromba de agua en Cañete. Los dos municipios se afanaban ayer en limpiar el barro que anegó viviendas y empresas. Más de 700 personas (500 en Cañete y unas 240 en Villa del Río) fueron desalojadas. Además, en Cañete se precintaron media docena de viviendas al estar en ruina. En las dos localidades se ha abierto una oficina para recoger todas las valoraciones de daños.

El alcalde de Cañete de las Torres, Diego Hita, aseguró que se vieron afectadas más de 300 viviendas y 150 tuvieron que ser desalojadas. La fuerza del agua arrastró más de una treintena de vehículos, el municipio se quedó sin suministro eléctrico y sin agua y la cobertura de los teléfonos móviles también se perdió, "lo que provocó un auténtico caos". El alcalde advirtió de que si las tres trombas de agua se hubieran registrado por la noche habría habido en el pueblo "un auténtico desastre", ya que más de una decena de familias tuvieron que ser rescatadas. Y es que la altura del agua llegó a acercarse a los dos metros en algunas viviendas. Los vecinos se mostraron muy afectados por los daños que sufrieron y el miedo que pasaron. El municipio, que celebró pleno extraordinario, vivió una jornada de luto oficial por la muerte de la mujer arrastrada por la riada.

Si en Cañete hubo 150 viviendas desalojadas, en Villa del Río fueron más de 300 personas las afectadas. El alcalde, Bartolomé Ramírez, precisó que en la zona de Los Huertos Familiares se desalojaron a 60 familias, a las que hay que unir unas 120 personas que se encontraban en los polígonos industriales. Así, Ramírez indicó que el polígono de La Vega se inundó en su totalidad, mientras que también sufrieron daños las empresas del polígono de la Virgen de la Estrella y otras que estaban fuera. En total, alrededor de un centenar de empresas villarrenses han sufrido desperfectos por las inundaciones. Tres personas tuvieron que ser albergadas en establecimientos hoteleros.

VISITAS INSTITUCIONALES Ambos municipios recibieron ayer las visitas de representantes de la Administración central, autonómica y provincial. Por la mañana, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, aseguró, en su visita a Cañete de las Torres, que se va a trabajar "sin descanso y con todos los medios" para devolver la normalidad al municipio. Al presidente de la Junta le acompañó también el consejero de Gobernación y Justicia, Francisco Menacho, y el presidente de la Diputación de Córdoba, además de otros representantes de la Administración autonómica en la provincia. Por la tarde, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, acudió también a ambos municipios. Aguilar dijo que lo importante es evaluar los daños con "descripciones exhaustivas" para que los afectados tengan cuanto antes "respuestas inmediatas". Aguilar señaló que llevará el problema al Consejo de Ministros de hoy. Precisamente, el subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, señaló que existen dos tipos de ayudas para este tipo de desastres naturales. Por un lado, las destinadas a ayuntamientos para sufragar los gastos de carácter urgente relacionados con la limpieza y restitución de servicios públicos; y, por otra, para unidades familiares que van orientadas a sufragar los gastos de daños.

Las fuertes lluvias también provocaron daños en Baena, según informa Mari Luz Ariza. La principal intervención se produjo en la confluencia de la avenida de Castro del Río con la avenida San Carlos de Chile, donde la capacidad de los colectores resultó insuficiente para albergar el agua, provocando el levantamiento del asfalto. La intervención de los trabajadores municipales también se hizo necesaria en cuatro viviendas.