La ola de robos que se viene produciendo en las zonas olivareras de la provincia, coincidiendo con el final de la campaña de recolección, ha hecho que las organizaciones agrarias vuelvan a reclamar a las administraciones competentes una mayor vigilancia en la zona productora, así como más control de los puntos de recepción de la aceituna, para evitar que se pueda comercializar el producto robado.

Asaja es la organización más beligerante en este sentido y no deja de reclamar medidas tendentes a paliar el problema. Ha llegado incluso hasta el Defensor del Pueblo para que se apliquen más medios, así como para que se evite la rebusca en zonas limítrofes con Córdoba, según apuntó el presidente, Ignacio Fernández de Mesa.

Esta petición de eliminar la rebusca se justifica en que al haber zonas donde la recolección acaba antes o donde, debido a la poca cosecha de este año, no se han recolectado algunos olivares, se permite que algunos trabajadores puedan recoger el poco el fruto que queda y venderlo. Esto da pie, sin embargo, a que no sean pocos los casos en los que se vende aceituna robada aduciendo que su procedencia es la rebusca.

Ante este problema, Carmen Quintero, secretaria provincial de COAG, indica que, aunque no se llegue a prohibir la rebusca, al menos se debería exigir en los puntos de venta alguna documentación que acredite la procedencia del fruto, para garantizar la legalidad de su recolección. En este sentido también desde Asaja se exige que se ponga en marcha el Registro de Explotaciones Agrarias y Forestales, algo que, asegura, en la recolección de aceituna es muy importante porque esta norma plantea que "para asegurar la trazabilidad en la distribución, el agricultor debe llevar el documento de acompañamiento del transporte en el que aparezcan los datos básicos y el lugar de donde procede la mercancía".

Pero además, las organizaciones agrarias reclaman "que se intensifique la presencia de agentes en el campo", como apunta Miguel Cobos, secretario provincial de UPA, quien también anima a los agricultores a tomar otras medidas de prevención y autoprotección, como ya se está efectuando en otros lugares como Lucena o Cabra, por ejemplo.

Carmen Quintero (COAG) también cree necesaria una mayor presencia de los agentes en las carreteras secundarias, al tiempo que reconoce, igual que Fernández de Mesa, que se precisa una mejora de los medios con los que cuentan los agentes de la Guardia Civil.