Aunque los hallazgos arqueológicos bajo la segunda puerta no imponen una solución, sí que dan indicios de por dónde los técnicos del Cabildo y de la Junta de Andalucía deberán acordar qué modificaciones realizar al proyecto original, que suponía la sustitución de la celosía que instaló Rafael de la Hoz en los años 70 del pasado siglo por una puerta de exactamente el mismo diseño.

Así, y en primer término, los hallazgos recogen que restos del subsuelo, como el pavimento original de época islámica, se están viendo dañados por elementos tan pesados como las celosías de madera que se instalaron en su día. Ya en meses anteriores el deán-presidente del Cabildo, Manuel Pérez, había adelantado con datos de esta excavación que habría que reconvertir el proyecto de la segunda puerta, sugiriendo, entre las soluciones, la instalación de una puerta traslúcida o transparente que deje pasar la luz del Patio de los Naranjos.

Primero, lo técnico

Ayer, sin embargo, el portavoz del Cabildo, José Juan Jiménez Güeto, matizó mucho estas propuestas recordando que primero deben terminarse del todo los estudios arqueológicos de la excavación (aún hay que recoger más datos, procesarlos y analizarlo) y, después, realizar por parte del Cabildo un informe técnico que se trataría detenidamente con los responsables de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.

Sería en estas fases cuando se podría hablar de soluciones concretas para la segunda puerta, descartando, quizá, reproducir una pesada estructura.

De hecho, Jiménez Güeto negó que, por ahora y formalmente, la solución de sustituir la celosía de la nave 17 por una puerta de cristal sea la propuesta oficial sobre la que se esté trabajando.

Más aún, el portavoz del Cabildo también negó que, por ahora y pese a constatarse en la excavación realizada que la celosía había dañado el subsuelo (puede que incluso afecte a otros elementos del vano), se esté planteando retomar el paralizado proyecto de recuperación global del Muro Norte de la Mezquita-Catedral, que en su día rechazó la Consejería de Cultura, ni que en el mismo pueda contemplarse, por ahora, la sustitución de las otras tres celosías.

Sin embargo, también es cierto que la excavación apunta soluciones, entre ellas la instalación de una ligera puerta de un material traslúcido o transparente. Con este elemento incluso se recuperaría la luz que en su día entraba en el monumento desde el Patio de los Naranjos, cuando el edificio estaba destinado a Mezquita. Hay que recordar que con la conversión del templo en Catedral los accesos al Patio de los Naranjos se tapiaron o bien se cubrieron con puertas u otros elementos. Las celosías de Rafael de la Hoz de los años 70 devolvieron ya algo de la luz original que tuvo que tener el templo entre los siglos VIII y XIII.