El presidente de la Audiencia Provincial de Córdoba, Eduardo Baena, señaló ayer que en el mundo de la Justicia, durante el 2013, "se han reproducido idénticos problemas a años anteriores y no se han detectado avances significativos". O dicho de otro modo: "Continuamos con el mismo diagnóstico hecho hace muchos años pero sin un efectivo tratamiento, que no llega". Así las cosas, durante la presentación de la Memoria del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Baena no dudó en asegurar que "nos movemos en un terreno pesimista".

Pero, ¿cuáles son esos problemas? Baena apuntó que "seguimos con una estructura organizativa y funcional obsoleta", que en su día correspondía "a una sociedad rural y mal comunicada, y que ya no va con la del siglo XXI". En este sentido, reconoció que "se está en vías" de modificarla tras presentarse el anteproyecto de reforma de la ley orgánica del Poder Judicial y otras reformas legislativas, pero "a día de hoy es lo mismo que el año pasado".

El presidente de la Audiencia dijo que "también se echa en falta una reordenación de efectivos personales", puesto que existen órganos con más de los necesarios y otros infradotados. Otro problema sin resolver es la nueva oficina judicial, cuyo proyecto de implantación surgió en el 2003 "y a la fecha que estamos nos movemos con un déficit importante", señaló Baena. En este sentido, remarcó la necesidad de implantar servicios comunes, "imperiosa en materia de ejecución de sentencias".

Igualmente, Baena se refirió a la "dispersión de mando", ya que los jueces dependen del CGPJ; los secretarios judiciales, del Ministerio de Justicia, y los funcionarios, de la Administración autonómica, lo que "produce disfunciones que se dan con bastante frecuencia". También señaló el "déficit de refuerzo de órganos", tanto a nivel de jueces como de funcionarios. Y, por último, lamentó la suspensión del protocolo para conformidades a instancias del Ministerio Fiscal, porque "se dijo que se iba a regular esta cuestión y a día de hoy no se ha solventado".