El Ayuntamiento ha concedido este año solo dos licencias para celebrar cotillones de Nochevieja, para el Club Figueroa y para el hotel Las Adelfas, y ha rechazado otras cuatro solicitudes por no haber entregado a tiempo toda la documentación precisa o no cumplir con los requerimientos legales, confirmó ayer el teniente de alcalde de Urbanismo y presidente de la Gerencia de Urbanismo, Luis Martín Luna.

La Gerencia de Urbanismo es la que tramita en Córdoba el permiso municipal que la ley autonómica obliga a solicitar a cada Ayuntamiento para organizar fiestas que supongan una autorización nueva o una modificación de la licencia del establecimiento. El resto de los negocios de hostelería relacionados (bares, pubs, discotecas, etcétera) podrán abrir si lo desean pero siempre ajustándose a las condiciones de su licencia municipal de apertura (aforo, música, horario...), eso sí, teniendo en cuenta que hace diez días se firmó el decreto municipal que autoriza a prorrogar una hora durante estas fiestas el horario de cierre en cada tipo de establecimientos.

COSTUMBRE EN REGRESION Los dos permisos de cotillones concedidos para la Nochevieja del 2013 van en consonancia con el cambio de costumbres en los últimos años, que ha hecho decaer este tipo de eventos en Nochevieja. De hecho, desde la Nochevieja del 2010 nunca se ha dado permiso a más de tres cotillones en el municipio e incluso el año pasado solo se autorizó una única fiesta especial, unas cifras muy lejanas a las 3.571 plazas que se autorizaron en el 2009 para 6 cotillones y, por supuesto, respecto al año 2000, cuando se celebraron en la ciudad 15 grandes cotillones con 8.890 plazas en total.

Además de cumplir las normas de seguridad, los cotillones deben adaptarse al decreto 10/2003 de la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía, que obliga a que las entradas o invitaciones estén numeradas y tengan detallados el número de orden conforme al aforo autorizado del establecimiento. Capítulo aparte, todos los pubs, discotecas, salas de fiestas y bares con música deben hacer cumplir la prohibición de la entrada y permanencia de los menores de 16 años en el establecimiento y es obligatorio establecer un servicio de vigilancia en los casos en que el aforo autorizado sea igual o superior a 300 personas.

TRISTE RECUERDOS Al respecto, el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Luis Martín Luna, ha anunciado que este año se extremará la vigilancia de nuevo para que las fiestas autorizadas cumplan las normas, evitar cotillones ilegales y que los establecimientos habituales no transgredan las condiciones de sus licencias. Ya el año pasado la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía intensificó las inspecciones de establecimientos nocturnos cuya capacidad superaba las 700 personas de aforo y pidió a los promotores de cotillones y a los 771 ayuntamientos de la comunidad autónoma que extremasen las exigencias en cuestión de seguridad. En buena parte, este celo responde al recuerdo de la tragedia del Madrid Arena, el 1 de noviembre del pasado año.