También el municipio de Córdoba cuenta con zonas de baño tan tradicionales como populares, en las que, pese a todo, esta actividad está formalmente prohibida: el embalse de San Rafael de Navallana, Los Arenales, el propio río Guadalquivir (mucho más en el pasado que en la actualidad) o Los Baños de Popea.

En este último caso, un reciente análisis de Emacsa del agua ha constatado una vez más la contaminación existente por bacterias y residuos orgánicos, ha informado a este periódico el teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente. Hay que recordar que los arroyos del Bejarano y del Molino sufren vertidos permanentes de aguas residuales de urbanizaciones del núcleo de Trassierra, y aunque existen elementos para depurar y un proyecto para eliminar los vertidos totalmente, aún estos cauces sufren una significativa contaminación biológica. Así, y a pesar de la impresión que pueda llevarse el visitante por la belleza natural de parajes de este entorno, el baño está más que desaconsejado, además de formalmente, prohibido por Salud.

Por otro lado, Aumente reconoce que el Ayuntamiento tiene competencias como la limpieza de residuos sólidos de las riberas de los cauces, aunque añade que también tiene responsabilidades específicas la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en estos cursos fluviales.