Cada 22 de diciembre, el gordo de la lotería es el gran protagonista, pero este año le ha salido una dura competidora: la pequeña Aya, que con tan solo nueve años se ha convertido en la gran revelación del Teatro Real, eclipsando con sus pedreas de «miiiiiil euros» al primer premio del sorteo de lotería de Navidad. Eran alrededor de las 11 cuando la auténtica estrella del sorteo de este año saltaba al escenario del Real, ante un público que había bajado algo la guardia después de haber asistido al -hasta esa hora- más trepidante momento de la mañana, cuando Nazaret y Yanisse cantaron cinco premios en apenas 20 minutos.

Las pedreas de Aya Hem Hamdouch surgieron de la nada, dando así al traste con los formalismos de los ensayos, y ni siquiera el aviso de uno de los miembros de la mesa, que se ha acercado a la pequeña, de origen marroquí, para tratar de aplacar sus genuinos cánticos consiguió acallar su voz. Sus «miiiiiiil euros» sonaban en el teatro como si se tratase de un acto de La Bohème, ópera con la que el sorteo ha compartido el cartel, consiguiendo levantar a la sala de butacas en pleno, que la ha despedido del escenario al grito de «Tú sí que vales».

No tardó mucho en convertirse en trending topic en Twitter, aunque bajo el nombre de Noelia, pues un cambio inesperado en el orden de los niños proporcionado por Loterías generó la confusión en más de uno, tanto dentro como fuera del teatro. Con todo, Aya y su compañera Nerea Pareja tuvieron que contentarse con anunciar el 00580 como uno de los quintos premios, porque fue la verdadera Noelia la que, casi una hora y dos tablas después, entonaba los 4 millones que han dotado el número 71.198 cantado por su compañero Youssef.

Era la penúltima bola de la última serie de la sexta tabla y los pequeños de San Ildefonso, ambos de 13 años, estaban ya nerviosos porque se iban sin dar ningún premio. Pero a la primera de Noelia Katiuska Medina, que debutaba en esta edición, fue la vencida, no así la de Youssef Salhi, que ya había participado «cuatro o cinco veces» y había dado un segundo premio, motivo por el que es su favorito.

Volvía así el movimiento a la sala de butacas, donde sin embargo tocó poco la suerte, ya que ninguno de los asistentes logró cantar victoria esta mañana. De hecho, muchos la abandonaron cuando salió el gordo. Otro año tocará.