Andalucía ocupa la primera posición nacional en consumo de biomasa para generación de energía térmica. La biomasa es un combustible muy rentable, con un manejo propio de un combustible sólido y para la cual existen tecnología en el mercado para su uso, según explica la Junta en su informe.

El sector industrial es el que ha hecho uso de ella desde hace varias décadas, sin embargo en los últimos diez años ha habido un crecimiento espectacular de instalaciones en los sectores residencial y de servicios, promovido en gran medida por la Orden de Incentivos para el desarrollo energético de la Junta de Andalucía, y por los Programas de Construcción Sostenible gestionados por la Agencia Andaluza de la Energía.

El incremento de uso de la biomasa para calefacción y para producción de agua caliente sanitaria en edificios, experimentado en la última década, ha supuesto una mejora de la calidad del combustible destinado a estas instalaciones, que precisan de un combustible más limpio y con una granulometría homogénea que permita la automatización de las instalaciones y minimice las cenizas y la emisión de partículas.

En la provincia de Córdoba se ha consumido en 2016 el 20,77% de la biomasa de uso térmico andaluz, lo que supuso 142,44 ktep de biomasas, según la Junta.