Aunque pudiera pensarse lo contrario, la mayoría de las asistencias médicas que se producen en el recinto de El Arenal no son las intoxicaciones etílicas, aunque sí ocupan un lugar importante en el ránking. Según los datos facilitados por el responsable del puesto que la Cruz Roja tiene la feria, Francisco Díez, el primer lugar lo ocupan las pequeñas heridas y contusiones. El segundo puesto es para los traumatismos, siendo la citada intoxicación alcohólica la tercera causa más frecuente. «Este año han tenido, sobre todo en los primeros días, un repunte importante las alergias».

Para hacer frente a estas y otras contingencias existe un puesto de asistencia de Cruz Roja, con la colaboración de Asistencia Los Ángeles, en el que prestan sus servicios unos 100 voluntarios, entre médicos, enfermeros, técnicos de emergencias, socorristas, psicólogos y asistentes sociales, además de los responsables del centro de coordinación.

Es un servicio que funciona durante las 24 horas desde el día 18 hasta el 27 de mayo en turnos de 8 horas, con la intención de que no quede un solo minuto de la feria sin cobertura.

Para ello se cuenta con unas instalaciones, frente a la caseta municipal, en la que hay además de 6 botiquines para casos menores, 15 camillas de observación y una sala de emergencias para casos algo más graves, además de varios botiquines específicos para traumatologías y problemas respiratorios. Este año, como novedad, se cuenta con una sala de lactancia. Todo ello, se complementa con los equipos móviles que actúan fuera del punto de atención, con dos uvis móviles y otras dos ambulancias convencionales, a lo que se unen los novedosos equipos ciclistas para intervenciones rápidas «que están dotados, incluso, de desfibriladores», indica Díez.

El coordinador señala que los equipos más numerosos son, como es natural, los de las tardes y noches porque la afluencia de público es mayor y pese a que las actuaciones se suceden durante todo el día, solo el 5% acaba con el traslado al hospital, «pero por que requieren alguna prueba que aquí no se puede hacer», explica, como una radiografía o una analítica concreta.

Por el momento, salvo el incendio de la caseta de la Peña Fosforito, no ha habido que lamentar graves incidencias, pero sí una actividad permanente que, hasta mediodía de ayer, llegaba a las 402 intervenciones, en las que, como se dijo al principio, las intoxicaciones etílicas, que no son pocas, no son las más numerosas.