La medida de flexibilizar el horario escolar ante las altas temperaturas dictada el lunes por la Consejería de Educación ha sido bienvenida en los centros cordobeses, aunque muchos de los contactados piensan que «llega tarde», cuando está acabando el curso, y que los propios equipos directivos ya han tomado medidas para paliar la situación «asfixiante» que se vive en los colegios e institutos. Desde el IES Averroes, su director, Joaquín Elvira Bedmar, señalaba ayer que «en la segunda planta la temperatura es insoportable y ha llegado a marcar hasta 34 grados», por lo que en las horas de más calor bajan a todos los alumnos y profesores a las primera planta. Indicó que no les dio tiempo el lunes a avisar a los padres de la medida extraordinaria. La directora del colegio La Aduana, Lola Bocero, explicó que ya estaban tomando medidas desde que empezó el calor, como dejar en el comedor a los niños con el aire acondicionado y no dejarlos salir al patio tras la comida. Eso es lo que están haciendo los centros, que «nos buscamos la vida para paliar esta situación».

Elena García, responsable del sector de enseñanza del CSI-F, señaló que esta medida, exigida por su sindicato «llega tarde y es muy parcial», pero sobre todo «echamos en falta medidas para abordar la prevención de riesgos laborales para más de 9.500 docentes de la provincia». CCOO insistió también ayer en que «las familias no han tenido margen para organizarse, por lo que muchos alumnos acudieron ayer a clase». Además, «esta medida en poco o nada afecta al personal de los centros educativos», que «debe permanecer en el colegio». El sindicato CGT, por su parte, denunció la actuación de la alcaldesa que se olvida de «los porteros y porteras de los colegios» al valorar la situación por la ola de calor.