Los técnicos de la empresa Patrimonio Inteligente, adjudicataria de la primera fase del proyecto de recuperación del Templo Romano de Córdoba, ubicado en la calle Claudio Marcelo y junto al Ayuntamiento, iniciaron ayer las labores de descarga de material y preparación del terreno previas a las tareas de rehabilitación y conservación del monumento, que deberán arrancar una vez la colonia de gatos que habita entre los restos arqueológicos sea desalojada. El primer teniente de alcalde y delegado de Turismo, Pedro García, indicó ayer que la actuación discurre según lo previsto.

Durante la mañana de ayer, y pese a la lluvia con la que despertó la jornada, los técnicos se dedicaron a instalar las casetas desde donde se centralizará y monitorizará el trabajo, que estará condicionado por las inclemencias del tiempo, según informaron fuentes de la empresa. Estas mismas fuentes señalaron el mal estado de conservación del monumento, en el que llama la atención la inusual vegetación, que deberá ser eliminada en esta fase para poder tratar la estructura.

La arquitecta Carmen Chacón, autora del proyecto junto al arqueólogo Juan Murillo, ya explicó que esta primera actuación consistirá en la conservación y restauración de las estructuras del templo y de las antérides, que se actuará sobre los restos de sillería de las cimentaciones del templo y del muro de contención de la plaza donde se ubicaba el mismo originalmente, así como sobre la reconstrucción que llevó a cabo el arquitecto Félix Hernández el siglo pasado, centrada en columnas y pilastras.

El mal estado de muchos sillares obligará a realizar una preconsolidación para realizar después una limpieza sin dañar las piezas. Chacón indicó también que se realizará una reproducción en 3D sobre unas marcas de cantero que existen en el templo para su digitalización y posible incorporación al centro de interpretación con que contará el monumento.

Si se cumplen las previsiones, esta primera fase deberá culminar en un plazo de cuatro meses, es decir, en el mes de julio.

Antes de eso, debería haber empezado también la segunda fase, la de musealización del monumento, que prevé la instalación de una pasarela de madera para pasear por las columnas (ver imágenes de la recreación virtual del templo tal y como se ha diseñado). Esa segunda fase, según informó ayer Pedro García, deberá salir a licitación en breve, una vez abordada por la Comisión de Patrimonio de Cultura. La adjudicación debería haber concluido en torno al mes de junio, según los plazos que maneja García.

Cabe recordar que el Templo Romano de Córdoba, uno de los más importantes de la época, se construyó en el siglo I aunque fue descubierto en los años 50 del siglo XX durante las obras de ampliación del Ayuntamiento. De orden corintio y 32 metros de largo por 16 de ancho, se empezó a construir en la época del emperador Claudio para el culto imperial. Según los historiadores, el templo formó parte del foro provincial de Corduba, que en esa época recibió el título de colonia patricia, junto con el circo. Originariamente, el edificio estaba elevado sobre un podio y contaba con seis columnas exentas en su entrada frente a la que se levantaba el altar. La reconstrucción de aquel templo fue llevada a cabo por el arquitecto Félix Hernández. Según José Luis Jiménez, la reconstrucción de las columnas se llevó a cabo «con elementos de nueva construcción, utilizándose tan solo tres capiteles originales». Dentro del recinto se conservan a la vista algunas piezas originales de capiteles y hay más en el Museo Arquelógico de Córdoba.

En mayo del 2007, el conjunto arqueológico fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía.

Concluida la musealización del conjunto, está prevista la habilitación de un centro de interpretación del monumento que se instalará en la planta baja del Ayuntamiento, una tercera fase que completará la intervención que aún no se ha materializado en un proyecto y que se llevaría a cabo fuera del Plan Turístico de Grandes Ciudades, que prevé una inversión de 5 millones de euros.