La presentación del Anuario Económico de Córdoba reunió ayer en el hotel Eurostar Córdoba a los principales representantes del mundo empresarial, económico, institucional, universitario, político, sindical y asociativo para asistir a la puesta de largo de este documento que alumbra en sus páginas el resultado analítico de un equipo multidisciplinar que ha examinado con detalle el perfil económico de Córdoba en el 2017 y ha explorado, al mismo tiempo, el recorrido de la provincia desde el inicio de la crisis hasta el presente, cuando los síntomas de recuperación se reflejan en el crecimiento de la actividad.

La seriedad de los datos y el rigor aplicado en su estudio cargó de entusiasmo a Gabriel Pérez Alcalá, el rector de la Universidad Loyola Andalucía, que en su intervención confesó relajadamente que si el Anuario fuera una asignatura «entraría en el examen» de los alumnos. De esta manera tan expresiva quiso subrayar el rector la importancia de este documento elaborado de «forma coral» por muchos profesores que «se han puesto al servicio de la sociedad cordobesa» para divulgar la realidad económica provincial.

El director del periódico, Francisco Luis Córdoba, hizo una retrospectiva en su intervención sobre la Córdoba boyante anterior a la crisis que «brillaba como una pompa de jabón elevada con ladrillos de cartón». Aunque hay indicios de mejoría, se refirió a la cara B de la incipiente recuperación que deja a la luz altas cifras de desempleo, precariedad laboral, salarios bajos y empobrecimiento.

Más optimista se mostró José Luis García-Palacios Álvarez, presidente de Caja Rural del Sur, que calificó a Córdoba como «una provincia rica» al enumerar sus excelencias, frenadas por cierto «carácter acomodaticio» en lugar de arriesgar en las actitudes «impulsadoras». El presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, resaltó el papel que juegan las administraciones locales en la «dinamización» de Córdoba, aunque lamentó las restricciones legales que impiden un mayor margen de maniobra.

La voz del profesor José Ignacio Conde-Ruiz se abrió paso entre las distintas visiones y versiones de la economía a escala local para hablar de las pensiones en una conferencia en la que expuso la realidad del sistema. Hay elementos para la preocupación. Los ingresos no serán suficientes en los próximos 40 años y la congelación de las pensiones será cuasi permanente. ¿Hay soluciones? Dar vigor al Pacto de Toledo, mejorar la educación, eliminar la precariedad laboral, mejorar las condiciones de la mujer y medidas que faciliten cobrar una pensión y cotizar a la vez. Para el profesor, es necesario «un pacto entre generaciones» para asegurar el sistema.

Al acto, que terminó con un cocktail, asistieron el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo; la alcaldesa, Isabel Ambrosio; la delegada del Gobierno, Esther Ruiz; el rector de la UCO, Gómez Villamandos; el presidente de CECO, Antonio Díaz; la secretaria de CCOO, Marina Borrego; empresarios, profesores universitarios, representantes de los grupos municipales y de asociaciones, y el presidente del Córdoba Club de Fútbol, Jesús León.