El arzobispo emérito cardenal Carlos Amigo Vallejo ha dicho al inicio de su homilía en el funeral de la duquesa de Alba, que se celebra en la Catedral de Sevilla, que "la vejez venerable no se mide por los muchos días ni por el número de años, sino por una vida llena de nobleza y de bondad".

Con estas palabras del libro de la Sabiduría se ha referido el arzobispo emérito de Sevilla al hecho de que la duquesa de Alba haya fallecido con muchos años, 88.

"Ha muerto la duquesa de Alba en avanzada edad", ha señalado el cardenal después de citar el Libro de Job y de decir que "la muerte es el último doblón que hay que pagar por el rescate de nuestra vida, atrapada por el pecado y la debilidad de lo humano".

Antes de celebrar la ceremonia religiosa, el cardenal se ha dirigido a los asistentes ante el altar del jubileo de la Catedral de Sevilla para decir que el motivo que los reunía hoy era "especialmente triste y doloroso" aunque ha advertido de que "la vida no termina junto al sepulcro" y se ha referido a la duquesa de Alba para decir que ya ha "completado su peregrinación".

Antes de comenzar la homilía, Carlos Amigo se ha dirigido al arzobispo de Sevilla, José Asenjo, para decirle que estaba "muy agradecido por cederle "la cátedra y el altar", y que ha oficiado el funeral por ser arzobispo emérito de Sevilla, además de cardenal y amigo de la duquesa.

La Infanta Elena, en representación del Rey, está sentada junto a los familiares -en una posición avanzada- y a muy escasos metros del Altar Mayor, donde contrajo matrimonio, que también fue oficiado por Carlos Amigo.