El almendro se ha convertido en un cultivo «refugio» con un total de 4.000 hectáreas de regadío en la provincia de Córdoba. Es la alternativa más rentable a cultivos históricos como los cereales o la remolacha. Estas son dos de las ideas de partida -según el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa- con las que comenzaron ayer las terceras jornadas técnicas sobre el almendro, que reunieron a más de doscientos agricultores interesados en las ventajas e inconvenientes actuales de este cultivo.

Según el presidente de Asaja Córdoba, en tres o cuatro años se han desarrollado en la provincia plantaciones de almendro de regadío, que son muy productivas. «Las necesidades de agua del almendro son superiores a las de otros cultivos tradicionales, por lo que es preciso que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aumente la dotación para este cultivo en Córdoba», explicó el presidente de Asaja Córdoba. En su opinión, «la dotación de riego para el almendro es muy escasa y es un problema que habrá que solucionar», sostuvo ayer Ignacio Fernández de Mesa.

También aseguró que sería preciso que se estableciera un equilibrio para el riego entre el olivar y el almendro, ya que a más producción de almendra se podrían abrir más mercados.

Las jornadas, organizadas por la patronal Asaja con la Fundación Caja Rural del Sur y Dafisa, abordaron también la necesidad que tiene el almendro de realizar importantes inversiones al ser un cultivo que precisa mucha mecanización. «Queremos que sea un cultivo rentable» y según las expectativas de consumo de la almendra en el mercado todo apunta a que así será, consideró Ignacio Fernández de Mesa.

Una de las ventajas -según el presidente de Asaja- de este cultivo es que la recolección del fruto está mecanizada, pero «luego hay que barrer la almendra» y además «hay que ser delicado con el árbol para que este no sufra en la recolección». Este tema cerró las jornadas con una mesa redonda con experiencias de productores.

Por su parte, el vicepresidente de Caja Rural del Sur, Ricardo Lopez-Crespo, destacó la «importancia de la implantación de este cultivo en el regadío, apostando también por el objetivo de intentar ir abriendo mercado». Además, el consejero delegado de Dafisa, Antonio Jiménez, analizó los mercados mundiales de olivar y almendros, viendo cómo incide la producción y demanda sobre los precios del producto. Destacó que «un análisis de costes combinado con la estimación de precios hace una previsión de rentabilidad de las dos mejores alternativas para cultivos leñosos (almendra y aceite de oliva) que el agricultor del Valle del Guadalquivir tiene a su alcance».