Llevan casi dos décadas presentando sus patios al concurso municipal, pero este año han decidido no hacerlo. Los propietarios de Conde de Arenales, 4, y de Guzmanas, 4, no participarán en la presente edición de la fiesta y apuntan, entre otras causas, que requiere mucho esfuerzo, ya tienen cierta edad y no les compensa económicamente. Sin embargo, creen que los visitantes acudirán una vez más a sus viviendas, porque llevan muchos años haciéndolo.

El matrimonio formado por Manuela Lorente, de 84 años de edad, y Ricardo Villar, de 85 años, vive en Guzmanas, 4. Ayer enseñaban, orgullosos, una fotografía que un turista inglés realizó a Ricardo en su patio. Agradecido por la atención recibida, se la envió tras regresar a su país. Como esta imagen, cuentan con otras e incluso con una carta en la que otro visitante habla del «café tan maravilloso» que le ofrecieron cuando acudió a su casa para conocer su patio y ellos estaban desayunando.

Una visita a su casa permite observar la belleza del patio y Manuela aclara que «siempre está limpio, pero él no se puede subir a las escaleras y yo, menos. Tengo prótesis en las rodillas». El accidente sufrido por el marido de una amiga, que el invierno pasado «se cayó de las escaleras y se mató», ha hecho que le tengan más respeto. A esto se ha sumado que los nietos han emigrado a Alemania y, pese a que dos han regresado, se encuentran trabajando y no les pueden echar una mano.

Ricardo estima que el 85% de las familias que ponen patios son mayores y recuerda que «esto son 365 días» con gastos de agua, abonos o pintura. Afirma que «tampoco veo ilusión» y «el Ayuntamiento no ve más que negocio», y comenta que «todos los años se dan de baja patios»- Asimismo, hace hincapié en la queja de que «los hoteles y los restaurantes no colaboran».

El cambio de horario --ahora cierran sus puertas antes por la noche-- es otro factor que en opinión de este propietario «ha influido muchísimo» en que haya menos visitantes en su patio, que ha recibido distintos premios, y señala que «se están cargando la fiesta entre unas cosas y otras». Así, apunta a la «dejadez» del Ayuntamiento y destaca que «todos los años se hablaba antes de los patios, este año se ha empezado muy tarde».

En Conde de Arenales, 4, Concepción López explica que «estamos un poco desencantados, es mucho esfuerzo, mucho trabajo todo el año y poco reconocimiento». En este sentido, también subraya que «Córdoba se conoce a través de sus patios, esta es su fiesta popular única».

Esta propietaria tiene 65 años de edad y recientemente falleció su esposo. Admite que económicamente no le merece la pena presentar el patio a concurso, aunque lo tiene a punto como en años anteriores e incluso cuenta con un jardinero para que la ayude con las más de 200 macetas que cuida entre este espacio y la azotea.

Surfinias, geranios, gitanillas, jazmín y buganvilia son algunas de las plantas que decoran en estos momentos su casa. Concepción alude al «negocio de bares y hoteles», precisando que «más que el dinero», los cuidados necesitan «ayuda y colaboración». A su jucio, existe «poco reconocimiento por parte de las instituciones» pese a la relevancia de su trabajo.