La alcaldesa de Córdoba dijo ayer que no tiene pensado realizar ningún cambio en su equipo de gobierno, a pesar de que se había especulado con ello una vez que pasasen las elecciones. Isabel Ambrosio también se refirió a la posible entrada en el Gobierno local de los cuatro concejales de Ganemos, para insistir en que en esa decisión deberán participar las tres formaciones implicadas. Además indicó que para entrar debería justificarse «la utilidad del cambio, porque no es cambiar por cambiar», advirtió.

La alcaldesa tildó de «positivo» el trabajo con IU, su socio de gobierno, con quien se ha ido «estrechando la confianza» durante estos meses, algo que ha sido más fácil gracias a las 51 medidas de la hoja de ruta del cogobierno, dijo. Ambrosio reconoció, no obstante, la dificultad en la gestión porque son dos formaciones políticas distintas. También rechazó que exista fricción con IU por la polémica surgida después de que calificara la labor de su concejala de Hacienda de «manifiestamente mejorable».

A preguntas de los periodistas, el primer teniente de alcalde y portavoz municipal de IU, Pedro García, corroboró que la relación personal y política entre los socios de gobierno es «buena o muy buena», aunque confirmó que «no es fácil» porque son dos fuerzas políticas distintas que vienen de «sitios diferentes». No obstante, García reiteró que las diferencias que han podido existir entre ellos se han derivado del difícil momento electoral, pero que «hay que mirar al futuro con optimismo y valentía para sacar los proyectos pendientes». De hecho, reconoció que quedan «muchísimos retos» y que por encima de cualquier consideración la ciudadanía «está esperando que hagamos un buen trabajo». Sobre el primer año, cree que ha servido para «reorientar» los planteamientos puestos en marcha por «la derecha más pura» y «hacer un nuevo modelo de ciudad».