Un guardia de seguridad se acercó a los dirigentes de Izquierda Unida y dijo: "Esto es un lugar de la Iglesia y no se permiten actos de partidos políticos". Eran las 10.30 horas de ayer, en el Patio de los Naranjos. "Terminamos en cinco minutos y, además, estamos en un espacio público, un jardín público ", le espetó, rodeado ya de periodistas, fotógrafos y cámaras, Pedro García, coordinador provincial de IU, exhibiendo la calificación del PGOU del Patio de los Naranjos, que describe el recinto como "jardín público". El tira y afloja duró apenas unos segundos, pero la tensión permaneció durante toda la rueda de prensa que los máximos dirigentes de IU a nivel nacional y regional, Cayo Lara y Antonio Maíllo, respectivamente, ofrecieron ayer en la antesala de la Mezquita-Catedral. A pesar de las advertencias reiteradas de la seguridad del edificio, la comparecencia pública se desarrolló con normalidad --a excepción del insistente ruido de una máquina quita-hojas que el operario que la accionaba no quiso apagar a pesar de la petición expresa de los periodistas-- y con el aplauso de un grupo de simpatizantes de la coalición y miembros de la Plataforma Por una Mezquita-Catedral de todos. La indignación del personal de seguridad del Cabildo era manifiesta, si bien el acto concluyó sin más incidentes apenas doce minutos después de su inicio. Preguntado por si el acto contaba con autorización del Cabildo, Cayo Lara recurrió al Nuevo Testamento para contestar: "Jesucristo a quien expulsó de los templos fue a los mercaderes, no a los ciudadanos". Y añadió: "Además estamos en el patio, un jardín público, por lo que no creo que los herederos de Cristo vayan a venir a plantearnos ninguna expulsión de un sitio público".

El mensaje de IU quería ser claro --rechazo absoluto a la inmatriculaciones-- y la convocatoria a la prensa en ese recinto, un gesto simbólico. Por contra, para el Cabildo de Córdoba, que apenas dos horas después envió un comunicado a los medios de comunicación, se trató de una "grave falta de respeto" de IU por haber convocado un acto sin autorización previa, y "una provocación", que perseguía "generar división y enfrentamiento en la sociedad cordobesa". A la postre, el incidente suma una nueva polémica al debate suscitado sobre la titularidad de la Mezquita-Catedral y su inmatriculación por parte de la Iglesia en el año 2006.

El comunicado del Cabildo de Córdoba critica que Izquierda Unida llevara a a cabo, "sin autorización previa, un acto electoral en el interior del recinto de la Catedral de Córdoba, antigua Mezquita", y que dicho acto "se ha organizado sin haber realizado ninguna notificación previa ni comunicación oficial al Cabildo". El escrito relata que "pese a las reiteradas peticiones del personal de seguridad para que dieran fin al acto propagandístico, han permanecido en el interior del Patio de los Naranjos, negándose a suspenderlo". En esta línea, tachan de "grave falta de respeto hacia la Catedral y, especialmente, hacia los cordobeses" la rueda de prensa porque, a su juicio, se trata de un "acto de provocación" que busca "generar división y enfrentamiento en la sociedad cordobesa, utilizando un lugar de convivencia y encuentro para ofrecer un acto político". En el escrito, el Cabildo recuerda la actividad cultural y la colaboración que mantiene con otras organizaciones y que "desde hace más de 775 años la Catedral es un lugar abierto a todos y al que los cordobeses pueden acceder de manera gratuita". El comunicado advierte de que las "normas son iguales para todos" y dice sorprenderse de "que algunos políticos que aspiran a representar a los ciudadanos se consideren por encima de los procedimientos que garantizan la convivencia ciudadana". Por último, hace un "llamamiento a la responsabilidad a los políticos, a las organizaciones de la sociedad civil y a los medios de comunicación para trabajar juntos en el bien de la sociedad cordobesa".