La decisión de ralentizar la entrada de residuos radiactivos de muy baja actividad ha provocado una fuerte disminución del volumen de entrada de material durante el 2015, que ha caído un 50,5% respecto al 2014. En esta fuerte reducción influye la menor entrada de deshechos de muy baja actividad (-86%). No obstante, desde la empresa se aclara que existe una gran variación de unos años a otros por distintos motivos. El año en el que se produjo una mayor entrada fue 1998 (3.207 metros cúbicos), seguido del 2012 (2.893) y el 2014 (2.433). Durante el 2015 la mayor parte de los residuos que se recepcionaron en El Cabril procedían de instalaciones nucleares, mientras que solo 13,95 metros cúbicos llegaron desde hospitales, centros de investigación e industrias (1,16%). Con el volumen almacenado hasta ahora, El Cabril se encuentra al 73,27% de su capacidad en residuos de baja y media actividad y al 22,43% de su capacidad respecto a la primera estructura de residuos para muy baja actividad.

La planta situada en Hornachuelos acumula desde 1986 hasta el 31 de diciembre del 2015 un total de 41.931 metros cúbicos de residuos radiactivos. Según indica Enresa, los residuos de baja y media actividad almacenados ocupan 20 de las 28 estructuras de almacenamiento disponibles para este tipo de residuos.

DOS CELDAS MÁS // Los residuos de muy baja actividad se han almacenado hasta ahora en la celda 29, a la que se unirá la 30 cuando sea autorizada. Según informa Enresa, está prevista la construcción de otras dos estructuras más. En este sentido, Eva Noguero asegura que no hay nada previsto sobre el anuncio que hizo en el 2014 el entonces presidente de Enresa, Francisco Gil-Ortega, de que se estaba estudiando la ampliación del almacén de residuos nucleares de El Cabril hasta un máximo de 28 nuevas celdas. Precisamente, ese anuncio se produjo en un foro sobre nueva energía en enero del 2014. «Hay que ver los datos del inventario que se está elaborando y cómo afectan los procesos de reducción de residuos», afirma la directora de El Cabril, que asegura que «la competencia es muy clara para las autorizaciones, en materia de medio ambiente, y está sujeta por procesos de regulación». Precisamente, en el año 2006 el Parlamento de Andalucía aprobó una proposición no de ley que, por unanimidad del PSOE, PP, IU y PA, rechazó la ampliación del almacén. En este sentido, desde Equo se rechazó esta semana una ampliación de las instalaciones de El Cabril. Equo advirtió de la «peligrosa deriva pronuclear» del Gobierno y mostró su rechazo a la apertura de nuevas celdas en El Cabril. «La ampliación de la capacidad de almacenamiento se corresponde directamente con la ampliación del riesgo en la manipulación de los residuos y en el transporte», indicó. H