Cada vez son más las mujeres víctimas de violencia machista que requieren vigilancia policial para ahuyentar el fantasma del miedo. Según informó ayer el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, solo en la provincia de Córdoba había a 30 de junio de este año 930 mujeres con vigilancia policial activa debido al riesgo de que su maltratador ejerza la violencia contra ellas, diez son menores de edad y cuatro, debido al alto riesgo de ser atacadas, tienen un agente asignado. En el primer semestre del año, se han solicitado 247 nuevas órdenes de alejamiento, de las cuales 186 han sido aprobadas y se han instalado 11 pulseras "antimaltrato" a agresores. De enero a junio, se registraron en la provincia 773 denuncias por maltrato, casi la mitad en la capital, y fueron enjuiciados 157 hombres, 112 de los cuales fueron condenados. El 62% de las denuncias se resuelven en juicios rápidos con el fin de dotar a las posibles víctimas de la protección adecuada en el menor tiempo posible.

Según Primo Jurado, que defendió la actuación policial en la protección de las víctimas, el origen del problema de la violencia machista está en las familias, donde es necesario prevenir estas conductas mediante la educación. Así, subrayó la importancia de que los padres sepan con quiénes hablan sus hijos cuando actúan en las redes sociales y la importancia de dar ejemplo para que los jóvenes no reproduzcan patrones violentos, evitando además comportamientos y comentarios machistas. En relación a los adolescentes, señaló que los menores "no identifican el ciberacoso como violencia de género, hay informes que muestran que el 30% de las chicas que reciben mensajes amenazantes responden al acoso". Cabe recordar que se estima que el 80% de los casos de violencia machista que se dan en España no se denuncian. Y es que las jóvenes y adolescentes son víctimas de agresiones que no identifican como tal, de ahí también la importancia de la tolerancia cero en el entorno familiar. El 81,5% de las denuncias son interpuestas directamente por las mujeres agredidas, frente a un 5,1% que llegan por familiares y amigos.