La Formación Profesional ha dejado de ser la hermana pobre del sistema educativo y lleva desde hace años un camino ascendente hacia el éxito, avalada por su formación práctica y sus salidas laborales. La conexión de las enseñanzas con el entorno empresarial y profesional en cada municipio, con una implicación de unas 500 pymes cordobesas con la formación, ha disparado también el atractivo por estas enseñanzas, que disputan su espacio cada vez con más fuerza a la Universidad.

De hecho, en este curso escolar, por primera vez los alumnos matriculados en FP han superado a los del Bachillerato, siendo 15.427 los jóvenes que han optado este curso por los ciclos formativos, mientras que en los cinco últimos años se ha producido un incremento del 8,6% en matriculaciones, con un incremento de 32 unidades más. La oferta de nuevas titulaciones que no se impartían en ningún centro de Córdoba y provincia en este mismo periodo de cinco años ha sido de 12 nuevos ciclos.

La parte negativa es que la oferta de plazas se está quedando corta, y cada año, en muchos ciclos, se producen grandes listas de espera y alumnos frustrados por no poder acceder a la formación deseada. En el IES Galileo Galilei, por ejemplo, el ciclo de grado superior de Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal, con solo 20 plazas, tuvo una demanda este curso de más de 200 alumnos, lo mismo que el de Integración Social, con una oferta de 60 plazas. El director de este instituto, Juan Fernando Jiménez, asegura que «el futuro laboral de nuestros jóvenes pasa por la FP mucho más que por la Universidad», y ello, apunta, porque «el perfil de trabajador que hoy reclama la sociedad es más el de especialistas y jefes intermedios y para eso prepara la FP». El inspector responsable de FP en la delegación de Educación, Enrique Ventosa, asegura que «la empleabilidad es un hecho real en la FP», que en el caso de la dual supera el 80%. De hecho, alumnos universitarios están volviendo su mirada hacia la FP, que les ofrece un perfil técnico más demandado hoy por las empresas. No obstante, también encuentran dificultades, porque tienen derecho prioritario para el grado superior los alumnos que proceden del Bachillerato. Mientras tanto, la ley integral de FP, que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, calificó como una «llave fundamental y pionera» para redefinir el modelo productivo andaluz, sigue a la espera. Se presentó por primera vez en el 2014 y renace otra vez como anteproyecto de ley.