El anterior mapa de ruidos del Ayuntamiento, elaborado en 2007, determinaba que la principal fuente de contaminación acústica no eran los locales de ocio sino el tráfico, en particular, las zonas urbanas más cercanas a las vías de gran intensidad. Además dejaba patente que alrededor de 1.600 personas sufrían ruidos por encima de los 75 decibelios de media diaria; 250.000 personas vivían por encima de los 65 decibelios recomendados por la Organización Mundial de la Salud; y 85.000, por debajo de 65 decibelios. El mapa también recogía que los nuevos barrios, con viales anchos y pantallas de vegetación, contrastaban con zonas acústicamente saturadas como los barrios donde se concentra el ocio nocturno. De noche, el problema se agrava ya que se es más susceptible al sonido. En 2007, en Córdoba dormían 47.000 habitantes por encima de 65 decibelios y otros 235.000, por debajo de 65.

El mapa establecía cinco zonas: los hospitales y colegios, que deberían situarse en áreas de silencio con menos de 40 decibelios de noche y menos de 55 de día; las zonas residenciales, entre 40 y 55 decibelios; las zonas comerciales son las tolerablemente ruidosas, entre 55 de noche y 65 de día; los bares y discotecas se concentran en las zonas ruidosas , entre 60 y 70; y por último, las especialmente ruidosas, como polígonos industriales, con 75 decibelios de día.