El alcohol y la cocaína son las dos sustancias que más solicitudes de ayuda por adicciones motivaron durante el año pasado en Córdoba, de acuerdo con el balance facilitado por el Instituto Provincial de Bienestar Social (IPBS). De este modo, las cifras apuntan que las demandas atendidas crecieron de forma leve en la provincia (en torno a un 1%) y se situaron en 2.837, y más de la mitad estuvieron relacionadas con estas dos drogas.

Los datos se refieren a la labor realizada en la Unidad de Drogas y Adicciones y los demás recursos de la Red de Atención a las Drogodependencias y Adicciones, y ponen de manifiesto que el alcohol (1.040 peticiones), la cocaína (486) y el tabaco (409) concentran la mayoría de los casos registrados en la provincia. En concreto, destaca el incremento experimentado en la cocaína, donde los usuarios han subido un 26% en el último año.

Los cordobeses también acudieron a estos recursos para superar su dependencia del cannabis (391 casos); los opiáceos y el rebujado, que es una mezcla de cocaína y heroína (278); el juego patológico (111); los psicofármacos (86) y otras adicciones comportamentales (25). Por último, en el apartado de «otros» aparecen 7 solicitudes y las anfetaminas causaron 4. De estos números se deduce que las sustancias ilegales estuvieron detrás del 44% de las demandas y, además, desde el IPBS señalan que el 22% de los afectados son mujeres.

Abundando en el perfil de estas personas, la información relativa a la edad indica que las peticiones de atención por parte de menores de 18 años han representado algo más del 3% del total y, principalmente, han sido originadas por el cannabis. A esta sustancia le han seguido las adicciones a las tecnologías (el móvil en las jóvenes e Internet entre los chicos) y a la cocaína. En el tramo de entre 19 y 30 años han sobresalido la cocaína, en primer lugar, y el cannabis.

Por otra parte, entre las personas de 31 a 40 años de edad las sustancias que les han llevado a pedir ayuda han sido la cocaína, el alcohol, los opiáceos y el cannabis. En la horquilla de 41 a 50 años, la mayoría de los pacientes son adictos al alcohol y el tabaco -«con mucha diferencia respecto a las demás sustancias», precisan en el IPBS- y lo mismo sucede entre los cordobeses que tienen 51 o más años, aunque en este grupo destacan, asimismo, las dependencias de los psicofármacos.

PESO REGIONAL / Si se atiende a los resultados obtenidos en otros territorios andaluces, los datos indican que Córdoba ha sido la tercera provincia con un mayor número de demandas de atención por adicciones. Los dos primeros puestos han sido para Sevilla, que ha contabilizado 4.498, y para Cádiz, donde se han producido 3.247. El último lugar es ocupado por Jaén, con 1.277, mientras que en el conjunto de la comunidad autónoma se han efectuado 19.296.

Además de esto, el coordinador de la Unidad de Drogas y Adicciones del IPBS, Luciano Cobos, subraya que Córdoba ha sido el territorio de la región donde se han recibido más usuarios por cada 1.000 habitantes. Preguntado por este resultado, señala que responde a una «atención más temprana y en coordinación tanto con Atención Primaria como con Salud Mental». En esta línea, precisa que «estamos en todos los centros de salud, lo que genera una mejor coordinación con Atención Primaria como puerta de entrada de los pacientes y permite una mayor accesibilidad a los recursos», a lo que añade que «evitamos la estigmatización, porque atendemos desde una red normalizada».