El corralito está excitado. La filtración de lo que van a ganar Bertín Osborne y la productora Proamagna en Tele 5 -se habla de 10 millones de euros por dos años de contrato, 40 programas seguramente- está encendiendo polémicas muy vivas. Hombre, que T-5 paga cifras millonarias a sus estrellitas no es ningún descubrimiento. Gracias a ellas, y a su particular 'modus operandi'como cadena, Mediaset consigue cifras de negocio fabulosas. De modo que lo analizable de este asunto no es lo que le vayan a pagar a Bertín, sino lo que tendrá que hacer a cambio de esta soldada tan magnífica.

Hasta ahora, la trayectoria de 'En la tuya o en la mía' en TVE-1 ha sido el desarrollo del compadreo, adornado con paisajes tipo revista El Mueble o Casa y Jardín. Sus conversaciones con Manuel Díaz, 'El Cordobés', Ana Obregón, Arévalo, Casillas, Juan y Medio, Pabo Motos, Los Morancos o Lolita han sido entrevistas instaladas en el amiguismo. Incluso la que le hizo a la 'nietísima' Carmen Martínez Bordiú, una intolerable sesión de recuerdos y lavado de cara del abuelito dictador que ninguna tele pública de Europa toleraría, incluso en ésta, y que se desarrolló en una atmósfera de suave nepotismo.

Esta semana, por ejemplo, ha visitado a Bibiana Fernández. Esta actriz, y gran 'showoman', demostró que sigue manteniendo una portentosa sagacidad mental. Pero con la llegada de Carlos Herrera, los tres en la cocina, pelando ajos, preparando un platillo y pasándose fotos de cuando eran terribles, el clima volvió a ser el habitual en los encuentros de Bertín: el compadreo, la cuchipanda 'light' entre amiguitos. Este estilo, esta especie de 'pourparler' entre cofrades, ha funcionado bien en TVE-1. Cotas de audiencia superlativas.

Pero otra cosa es trasladar este invento a Tele 5. En esta cadena no quieren entrevistas suavecitas. Quieren autopsias, que son un arte distinto. Carne humana a la parrilla. Canibalismo sobre la marcha, incluso entre ellos mismos. Esas son las señas de identidad con las que Mediaset ha dibujado y autodefinido a su 'telecinque' desde que llegó a España en 1990. Y ha marcado a varias generaciones de teleadictos.

No dudo de la potencia estomacal de Bertín para digerir las necesidades del contenedor. En 1992 ya hizo 'Contacto con tacto' en T-5, precursor de lo que luego se llamaría, y más a lo bestia, 'Mujeres y hombres y viceversa'. Aquí la pregunta es si la audiencia que sintoniza T-5, buscando la fritanga, quedará complacida.