Para evitar que se repitan las llamadas masivas que marcaron la primera edición de Operación Triunfo , en la final de esta temporada TVE ha puesto unos mecanismos de control que eviten "cualquier tipo de voto masivo organizado que pueda alterar la opinión mayoritaria de los espectadores".

Estos controles consisten en establecer limitaciones en el número de votos válidos que se pueden realizar desde una misma línea. Así, a lo largo de esta semana, para cada línea de teléfono fijo o móvil, sólo se aceptan como válidos un máximo de 25 votos cada día. Los que excedan de esta cifra no se contabilizan.

Pero este control sólo se ha puesto en marcha esta semana. Esto explica que en la elección del sexto finalista del lunes (entre Joan Tena y Tony Santos) se contabilizasen 1.434.889 llamadas y mensajes SMS, un nuevo récord de Operación Triunfo . La gala OT en la que David Bustamante y Nuria Fergó se enfrentaron para quedar entre los finalistas (emitida el 4 de febrero de 2002) registró 917.422 votaciones, entre llamadas y mensajes SMS. El pasado lunes, las votaciones se repartieron entre el 906 (330.641 llamadas durante la semana), el 905 (368.688 llamadas en la gala) y los mensajes SMS al 5005 (735.560). Así, sólo con los votos, TVE ingresó el pasado lunes cerca de 1.300.000 euros (unos 216 millones de pesetas). Curiosamente, este récord de ingresos no se corresponde con la audiencia, que está muy lejos del seguimiento de la primera edición de OT . La gala del lunes reunió a 5.625.000 espectadores (35,1% de cuota), cifra importante, pero un 44% menor que la de la misma gala del año pasado.

Pese a todo, el concurso sigue siendo un buen negocio, por lo que ya hay prevista una gala-puente entre la final del próximo lunes y los especiales para elegir al representante de TVE en Eurovisión.