Una historia de amor y amistad en la Barcelona de los 60 y 70. Así se podría resumir la historia que narra El día de mañana, «una serie generacional», como define su director, Mariano Barroso, cuya temporada completa estrena Movistar+ mañana viernes. Pero esta ficción de seis capítulos, como la novela homónima de Ignacio Martínez de Pisón en la que se basa, cuenta mucho más: las aspiraciones y deseos de unos jóvenes llenos de idealismo y utopías, que confiaban firmemente en su futuro.

Encarnan estos valores sus tres protagonistas: Justo Gil (Oriol Pla), un enigmático personaje que va dejando una huella profunda en las personas que se le cruzan; Carme Román (Aura Garrido), una aspirante a actriz de la que se enamora para siempre, y Mateo Moreno (Jesús Carroza), un esforzado policía de la Brigada Político-Social con el que Justo acabará entablando amistad.

Y como escenario de fondo, una ciudad en plena ebullición cultural y económica que en el tardofranquismo se abría a los cambios. «Barcelona está presente, pero a través de los ojos de los personajes», detalló Barroso, ayer, en la presentación de la serie en la capital catalana. Según añadió, Martínez de Pisón «está muy orgulloso de la serie». «Que el autor esté de acuerdo, y eso que hemos inventado muchas cosas, para nosotros es un éxito».

El rodaje se realizó en la ciudad, pero también en otros lugares de Cataluña. Y, como se desarrolló entre octubre y febrero, convivió con los hechos posteriores al 1-O: «Era una situación muy convulsa la que vivíamos todos y había situaciones traumáticas y algunas curiosas. Como que rodábamos en un teatro en el que se gritaba: ‘¡Amnistía y libertad!’ y salíamos y afuera se gritaba lo mismo. Y eso que habían pasado 40 años», rememora Barroso.

Otro de los aspectos muy cuidados en la serie es la estética con la que se recrea la Barcelona de la época. «En el tardofranquismo, Barcelona era triste, gris, oscura, pero los personajes lo vivían de una manera luminosa. Para Justo, Barcelona era la gran metrópolis, era Nueva York», explica el director. Y añade: «Con lo que en el tratamiento visual, para darle más credibilidad, teníamos que contar con los mejores profesionales, como Marc Gómez (director de Fotografía), Llorenç Miquel (director de Arte) y Mercè Paloma (diseño de Vestuario)».

De los tres protagonistas destaca especialmente Justo, el joven inmigrante cargado de ambición que quiere lograr el triunfo en una sociedad clasista, para lo que acabará pagando un precio: convertirse en confidente de la Brigada Político-Social. «Es un personaje misterioso, que nos tenía que enganchar pese a que lo que hace es moralmente cuestionable, sino reprobable», dice el director. Con los otros dos personajes tiene como nexo de unión que son huérfanos. «Son tres personas en busca de identidad».

Aura Garrido (El Ministerio del Tiempo, El cuerpo) considera «un lujo como actriz dar vida a un personaje que tiene tanta profundidad, tantas capas». «Son 12 años de la vida de los personajes con lo que no tiene nada que ver cómo empiezan y cómo terminan. Y a todos les afecta conocer a Justo», dice. Además, para la actriz, encarnar a Carme Román tiene un valor especial: «Porque le hace un pequeño homenaje a mi profesión, ya que ella encuentra su lugar en el mundo a través del teatro».

Por su parte, Jesús Carroza (Premio Goya al actor revelación en el 2005 con 77 vírgenes, Mar de plástico), hace de un policía «que está en el bando de los malos, pero que cae muy bien», según Susana Herrera, de Producción Original de Movistar+.