Parece un tipo discreto y, de hecho, le cuesta soltarse en el sofá como sus compañeros de Tu cara me suena. Pero espera salir de ahí aprendido. Lo que sí borda son sus actuaciones. Una de las últimas, la de Salvador Sobral, de las más emocionantes de la historia del programa, le hizo ganar la gala. Aunque él no piensa en triunfar, sino en vivir una gran experiencia. Últimamente lo hemos visto en Cites, Mar de plástico y El incidente, y pronto en Secretos de Estado, Fariña y Benvinguts a la família. ¿Discreto? Quizá sí, pero imparable.

Cosas de la tele, los lunes le veíamos sufriendo en El incidente y los vienes, disfrutar en Tu cara... Sí, pero fue por poco tiempo: en dos semanas acabó la serie. A veces estas cosas vienen juntas. A veces, estás en casa pensando: «¡Dios mío, no entra nada!» y otras, hay rachas como esta y es fantástico.

El incidente hizo honor a su nombre y sufrió varios, ¿no? Fue un poco atropellado todo y acabó como acabó. Llevaba tanto tiempo en el cajón que pensaba que no se emitiría. Es más, se dijo en un comunicado de prensa que en cuanto se estrenase, pasaría a La Sexta. Con lo que piensas que la cadena no apuesta mucho por ella. Pero vieron que el primer capítulo funcionó... Ayudó que lo colocaron en una franja cuando acaban las vacaciones y empieza el curso. Pero ahora vienen series con una apuesta muy potente. Lo que pasa es que unas veces sale mejor y otras, peor. Era una apuesta muy arriesgada.

Un género poco habitual aquí... Sí. Boomerang se la jugó, pero creo que es un producto absolutamente digno. Leía los comentarios en Twitter y las redes sociales y había muchísima gente que estaba encantada y que se quejaba de que solo tuviera cinco capítulos.

¡Qué valiente! ¡Mira los comentarios en las redes! Pues... sí.

Viene de éxitos como Nit i dia (TV-3) y Mar de plástíco (A-3 TV). ¿Contento con esos trabajos? Mucho. Y en TV-3 se están haciendo series espectaculares. También he participado en Cites, que se puede ver en plataformas. Es maravilloso que todo el mundo pueda verla.

Esa producción de Pau Freixas es muy consumida fuera de la tele. Sí, es que el concepto de series está cambiando muchísimo. Se están haciendo muy potentes y muy arriesgadas. Hay mucho talento aquí como para hacer cosas muy buenas y creo que se están empezando a hacer. Ahora estoy rodando la nueva de Pau Freixas, Benvinguts a la família, que es una comedia y va a ser brutal. De eso no tengo ninguna duda. Y después estoy con Secretos de Estado, de Tele 5, que es una serie más política, rollo más de intríngulis de lo que está pasando en la cúpula del Gobierno. Y luego está Fariña, que la estoy acabando ya, en la que hago del señor juez Garzón.

¿Da mucha responsabilidad interpretar a un personaje real que aún vive y es tan conocido? Sí. Es muy complicado. Ya veremos el resultado. Pero es difícil. Además, es un tipo muy carismático, no es fácil. Me gusta mucho hacerlo, pero no creo que la gente sea benévola.

En Tu cara... no sufre tanto. No crea. Esto me cuesta. Porque hacer un personaje es ponerse una máscara y dentro de él haces y deshaces, en cambio aquí... Tras los tres minutos que dura la actuación, pasas al sofá y ahí...

Pasa a otra dimensión... Sí. El sofá es para mí quizá lo más difícil. Hay gente como David Amor, La Terremoto, Raúl Pérez y Pepa Aniorte que son mucho más sueltos en este sentido. A mí me cuesta, lo admito, y es mi asignatura pendiente. Pero es un un aprendizaje personal y laboral. Seguro que saldré de aquí aprendido.

¿Le preocupa que se vea más tal como es Miquel Fernández ? No es cómo yo soy. Sino que el tipo de programa es de entretenimiento, y es estar aquí y acabar aquí arriba todo el tiempo. Y yo estoy más acostumbrado a algo un poco más tranquilo. Se trata de cómo entrar en el juego. Cómo meter el gag en el momento justo, cómo improvisar; como, de repente, estar a la altura de esto que es muy rápido. Eso me crea un poquito más de inseguridad. A medida que vayan pasando las galas, me iré adaptando más.

Hay a quien le sorprende verle en este concurso. Pero el año pasado probó y lo bordó. ¿Eso le reafirmó que tenía que participar? Totalmente. No lo tenía claro, pero cuando vine aquí y vi cómo funcionaba todo, cómo me trataban, pensé que esta experiencia solo podría hacer que sumar.

¿Parte con ventaja por estar curtido en los musicales? No, porque aquí todos partimos de cero. El clonador [selector de personajes] es cabrón para todos. Cuando estás ahí, te quieres ir para tu casa.

¿Qué le costaría más? El flamenco sería muy complicado para mí. Sobre todo imitar a Falete. Eso sería terrible.

¿Y cuál le apetece un montón? Hay muchos. Quizá John Legend. Me encantaría. No sé. Menos Dora la Exploradora, cualquiera.

Tras ganar esta cuarta gala, ¿se ve como posible vencedor? No lo sé. Eso lo dirá el público. Yo voy a disfrutar. Y si puedo estar en las finales, mejor, porque así sentiré el gusanillo hasta el final. Eso me encantaría. Ahora lo de ganar, Eso se lo dejo a Fran Dieli.