El tema de la familia ha sido el elegido por la cineasta catalana Mar Coll para su debut televisivo. La puesta de largo será en Movistar+ con la miniserie Matar al padre, protagonizada por Gonzalo de Castro, el inolvidable dueño del bar de Siete vidas (Tele 5) y el entrañable Doctor Mateo de Antena 3, que aquí se transforma en un padre obsesivo.

Compuesta de cuatro episodios de 50 minutos, listos para su estreno en la primavera del próximo año, Matar al padre es, en palabras de la directora, «una tragicomedia con una mirada de humor y ternura hacia sus personajes». Coll no duda en definir la producción como un «retrato absoluto de una familia común».

La trama se centra en Jacobo Vidal (De Castro), un abogado de ideas estrictas que verá cómo su vida y sus sueños de grandeza se ven truncados por circunstancias que no puede controlar. Es un tipo «muy tirano y tan obsesionado con cuidar a los suyos y el control, que crea situaciones ridículas», aclara la cineasta. Cada capítulo abarca un año (1996, 2004, 2008 y 2012) en la vida de este clan compuesto por el matrimonio, Jacobo e Isabel (Paulina García), y sus dos hijos, Tomás (Marcel Borràs) y Valeria (interpretada por Greta Fernández y Judith Martí). La relación entre padre e hijo adquiere parte del protagonismo.

De Castro regresa a la pequeña pantalla con una ficción que le dejó fascinado tras leer los guiones de Valentina Viso, Diego Vega y la propia directora. Describe a Jacobo como «un hombre meticuloso con enormes carencias». Matar al padre es una historia «de invalidez emocional, con grandes esquinas», en la que su protagonista vive «atormentado» por el paso del tiempo suyo y de su familia, a la que somete a «cosas pesadillescas».

A pesar de ese cuadro tan poco halagüeño, el veterano actor habla de su personaje como «un hombre tierno», en el que la violencia es «expresiva». «Jacobo es muy agresivo, pero no golpea, aunque sus reacciones generan tensión» y ganas de que cualquiera muestre tentaciones «de tirarse por la ventana».

La actriz chilena Paulina García (madre de Pablo Escobar, en Narcos) da vida a una psicóloga que «se ha despistado», no está a gusto con su cuerpo y tiene una familia «neurotizada» por un padre obsesivo. En un momento determinado, ve la luz a través de un vecino, Iván (Pol López), un practicante de terapias alternativas, «lleno de amor», según opina el actor, que interviene en la estructura familiar para aportar «buen karma».

TENDENCIA A LA DEPRESIÓN / Felicidad es lo que necesita, precisamente, el hijo mayor, Tomás. «Es la víctima de un padre que proyecta en él sus obsesiones», explica Borràs. «Desde muy pequeño es una persona muy frustrada, con tendencia a la depresión», que mantiene una relación «tiránica» con la madre y que se queda «pequeño» ante su progenitor.

La ficción, con esos personajes «muy extremos y disfuncionales», en palabras de Coll, abarca un total de 16 años. Se inicia en 1996, un periodo de bonanza, y acaba en el 2012, en plena crisis económica. Matar al padre se podrá ver completa bajo demanda y en emisión semanal en #0.