Un suicidio, una grabadora con cintas de casete la víctima y una escuela llena de adolescentes que tienen algo que ocultar. Este es el inquietante punto de partida de 'Por 13 razones', una novela estadounidense de Jay Asher que fue un rotundo éxito de vendas entre los jóvenes adultos y que ahora Netflix ha adaptado en una serie que se estrenará el próximo 31 de marzo.

Producida por la cantante y exestrella de Disney Selena Gomez, y con un aire que puede recordar al' thriller teenager' de 'Pequeñas mentirosas' ('Pretty Little Liars'), la serie explica la historia de Clay Jensen (Dylan Minnette), un joven estudiante que al volver a casa descubre una misteriosa caja con su nombre en la que se guardan las confesiones de Hannah Baker (Katherine Langford), una compañera de clase de la que estaba enamorado y que se suicidó dos semanas antes. Cada cinta está dirigida a un alumno del instituto y a una razón que condujo a su muerte. Con la dirección inicial del oscarizado Tom McCarthy ('Spotlight'), 'Por 13 razones' sigue esa trama de misterio, traiciones, acoso y amenazas para desplegar el lado más oscuro de la adolescencia.

Existen muchas series adolescentes y misterio. ¿Qué aporta 'Por 13 razones'? Dylan Minnette: El tema que abordamos es muy importante. La manera como contamos la historia nos permite llegar a mostrar casos extremos de acoso y suicidio muy reales. Netflix nos permite no tener los límites que nos pondría otra gran productora y eso nos permite contar mejor la historia. Es un tema complicado pero creo que de la manera que se explica es lo que la hace interesante.

En su visita al Mobile World Congress de Barcelona, Reed Hastings (fundador y director ejecutivo de Netflix) dijo que 'Por 13 razones' es una de las producciones más ambiciosas de su historia. ¿Sienten esa presión? Katherine Langford: Creo que abordamos tantos temas y personajes que la audiencia va a centrarse más en aquel con el que se sienta más cercano. El impacto que puede tener la serie es surrealista, pero también da un poco de miedo porque, como adolescente que soy, creo que nunca he visto algo así, y creo que toca el tema de una manera muy auténtica.

¿Que sintieron al trabajar a las órdenes de Tom McCarthy? (K. L.) Es impactante, porqué en nuestro primer trabajo nos ha tocado trabajar con Brian Yorkey, ganador de un premio Pulitzer, y Tom McCarthy, ganador de un Oscar. Además, adaptamos un libro que ha sido un 'best seller' para un casa como Netflix. Es un sueño en todos los sentidos. Trabajar con él ha sido un privilegio porqué nunca antes había tenido que interpretar a un papel protagonista durante un rodaje de seis meses así que fue un placer, me enseñó mucho.

(DM) Totalmente. Él solo dirigió los dos primeros capítulos, pero marcó el tono de la serie y todos los consejos que nos dio nos han servido para toda la temporada. Estoy orgulloso de que nos haya podido enseñar tantas cosas. Fue muy importante cuando nos dijo que teníamos que hacer avanzar al personaje poco a poco, sin saltar al dramatismo en el primer momento. Creo que nos ayudó a empezar tan bien que el ritmo ya se mantiene así durante el resto de la temporada.

¿Está en marcha una segunda temporada? (K. L.) Dependerá de la recepción que tenga. Creo que en 13 horas televisivas hemos podido explicar bastante las 280 páginas del libro, desarrollar la trama, los personajes y la esencia. A partir de ahí podremos seguir.

(D. M.) La primera temporada explica el primer libro, pero cuando se llega al final se podrá ver que hay muchas puertas abiertas. Creo que la audiencia querrá ver más, pero dependerá de ellos.

¿También en el caso de Hannah? (K.L.) Creo que esa es la belleza que hay tras la mente de Brian Yorkey (creador), poder ver la historia tras los ojos de Hannah. Espero que pueda estar en una segunda temporada…

En la serie hay referencias ochenteras tanto en la música como en la propia historia. ¿Es un guiño a esa generación? (K.L.) Creo que la música de los 80 es magnífica. La gente sigue escuchando esa música, también los adolescentes. Creo que en la serie hay elementos que la hace atemporal.

(D. M.) La música se utiliza en parte como un guiño a la nostalgia, para que pueda conectar con diversos tipos de público. Se juega con una cosa tan actual como es el ciberacoso o las relaciones personales en un mundo de redes sociales, pero al mismo tiempo se ambienta con música antigua para crear esa atemporalidad.

Su personaje de Clay guarda un pequeño eco con Peter Parker. ¿Hizo el 'casting' para ser el nuevo Spiderman? (D.M.) (Ríe). Me pregunto qué chico de mi edad no habrá hecho ese 'casting'. La hice pero ya sabía que no me seleccionarían. Habría sido magnífico, pero no sé si me habría atado a hacer mil películas de Marvel. Bueno, ahora estoy atado a Netflix. (Risas).

¿Cómo te afecta entrar en mundo profesional de la actuación? (K. L.) Creo que lo mejor de esta profesión es no atarse a nada y ver dónde me va llevando. Es curioso, porque aún digo que vivo en Australia, pero me voy a pasar los próximos 10 meses rodando en EEUU. Y se trata de un proyecto grande que me encanta.

¿Cuál es la peor audición que habéis hecho? (K. L.) Creo que he tenido muchas de terribles, pero lo peor que hice como actriz fue justo antes de que me dieran el papel en 'Por 13 razones'. Acababa de volver de Londres a Australia y dejé la academia para poder ir a dos 'castings'. De repente me encontré ahí sin trabajo, ni escuela donde ir. Fui a un curso para actores en Sydney y me destrozaron. Lo hice fatal y volví a casa llorando en el bus. Pero el día siguiente volví a prepararme el texto, volví a hacer la prueba y lo clavé. Así que fue una experiencia muy dura aunque me alegro mucho de haberla vivido.