Antena 3 estrena este miércoles, 20 de septiembre la serie 'Tiempos de guerra' (22.40 horas), superproducción de época (ambientada en la guerra de Marruecos) que cuenta con un gran reparto, en el que destaca la presencia de Amaia Salamanca (Madrid, 1986). La actriz sigue así trabajando en producciones de gran presupuesto de la cadena de Atresmedia, como han sido 'Gran Hotel' (2011) y 'Velvet' (2014).

¿Cómo definiría 'Tiempos de guerra'? Es una serie enmarcada en un contexto histórico y ambientada en 1921, en la guerra del Rif. Son unas enfermeras que van a ayudar a los soldados heridos.

¿Y su personaje? Julia Ballester es una chica de familia acomodada cuyo hermano y novio se han ido a combatir en la guerra. Como no tiene noticias de ellos, decide embarcarse en un viaje con las damas enfermeras para obtener información. Ella no es enfermera, pero le gusta y siempre ha querido serlo. Cuando llega allí, la forman para que pueda atender a los heridos.

¿Cree que ahora podríamos ver en ese papel a las damas de la aristocracia? No. El papel de la mujer se ha desarrollado mucho más. Antes era un curso de formación lo que te daban, mientras que ahora las mujeres estudian y hacen su carrera. En aquel momento fue la reina Victoria Eugenia la catalizadora de todo aquello.

Por fin no hace de mala... No estoy de acuerdo en que fuera tan mala en 'Velvet' y 'La embajada'. Esos personajes no se levantaban por la mañana y se decían “¡Uy! Qué mala soy”. En este caso mi personaje es un poco más sufridor. Tiene carácter, sabe lo que quiere y va directa a conseguirlo. Por eso se mete en ese tren para ir a África. No sabe dónde están su hermano y su prometido y se encuentra con una guerra y viendo heridos y muertos, cosa que nunca le había pasado. Son cosas nuevas para ella y eso al final te acaba cambiando. Le sucede a todos los personajes, que empiezan de una manera pero van cambiando con el transcurso de los capítulos. La guerra les transforma.

¿Les han dado documentación sobre aquella época? Cuando se inició el proyecto hubo varias reuniones en las que nos guiaron un poco en el contexto histórico de la guerra, aunque no deja de ser una ficción. Son personajes ficticios y cada uno tiene su trama independiente de esta guerra.

¿Sabía algo sobre aquel momento histórico? La verdad es que no tenía ni idea. A raíz de esta serie, hablando con mi padre me dijo que mi bisabuelo estuvo en esa guerra. Me hubiera gustado conseguir más información y fotos, pero no lo he podido hacer. También hemos tenido a una cirujana que nos ha enseñado a atender a los heridos, tapar las heridas, limpiarlas… Mi personaje no sabe y va aprendiendo poco a poco.

¿Hay muchos exteriores? Hemos grabado en Chichón (Madrid), Toledo y en Tenerife, como si estuviéramos en Melilla. El rodaje está siendo muy intenso porque estamos haciendo cosas que no se habían hecho hasta el momento, como batallas y bombas. Se tarda mucho tiempo en rodar, como en las operaciones. Está siendo muy intenso.

¿Qué tal le fue en el teatro romano de Mérida con 'La Orestíada'? Estoy muy contenta porque fueron dos meses agotadores. Por la mañana trabajaba en la serie y por las tardes ensayando el teatro. Ha sido muy duro y he dormido muy poco. He tenido suerte y me han ayudado mucho en casa y también mi familia. Era mucho trabajo, pero no quería perder la oportunidad de ir a Mérida porque para un actor es algo único. Me ha consumido muchísimo el personaje, pero ahora que lo veo con un poco de distancia estoy muy contenta porque es como una 'master class' trabajar con José Carlos Plaza. Si encima gusta al público y tiene éxito, doble satisfacción.

¿Esa es la razón de que esté tan delgada? Sí. He estado consumida porque no he parado. El personaje de Electra era muy intenso porque ya sabemos lo que es una tragedia clásica griega. El teatro tiene algo que te atrapa. Todo lo que pueda explicar es poco. Ahora me río y estoy contenta porque estoy solo con la serie y puedo disfrutar. Pero cuando te llegan estos trabajos no puedes decir que no. A lo mejor más adelante tenemos dos meses de vacaciones porque nadie nos llama.

'Gran Hotel', 'Velvet', 'La embajada' y ahora 'Tiempos de guerra'. Todas series de Bambú. ¿No se siente como una especie de actriz de cabecera de esta productora? Bambú es una productora muy familiar. Desde que comencé a trabajar con ellos siempre han estado muy atentos. Además, cuando he estado embarazada me han dado la oportunidad de trabajar y me han facilitado todo mucho. Me han dejado compaginar mi vida laboral y familiar. Eso es genial para una actriz que quiere ser madre. No siempre ha sido fácil que adapten tu papel a tu estado de embarazo. Ya nos une más una relación de amistad que de trabajo. Estoy muy feliz de que sigan contando conmigo. Ahora ya es un papel principal, porque en 'Velvet' y 'La embajada' era más secundario.

¿A qué atribuye que 'La embajada' no tuviera segunda temporada? No lo sé. El público es el que decide. De todo se aprende. Hay veces que las cosas salen mejor y otras peor. Lo que sí puedo decir es que Bambú rueda como en cine y que se le da muy bien la época. A lo mejor es que 'La embajada' no tenía ese contexto que tenía 'Velvet' o 'Gran Hotel' y que permitía ofrecer una fotografía muy espectacular.