Un policía municipal de Madrid falleció en la madrugada del miércoles, en torno a la 1.45 horas, cuando estaba fuera de servicio, al ser acuchillado en el cuello supuestamente por un hombre con antecedentes psiquiátricos y policiales por asuntos de drogas que, tras cometer el homicidio, se ha entregado.

Según han informado la Policía Municipal de Madrid y la Jefatura Superior de Policía, Juan Ballesteros Peiró, de 47 años, había salido de servicio y estaba en el bar Luis, ubicado en el número 5 de la calle San Ciriaco, cerca de su domicilio.

Un bar al que no solía ir, según ha relatado el hermano de un amigo suyo, pero al que acudió al estar cerrado el establecimiento donde habitualmente quedaba con sus amigos.

Fuentes de la investigación han explicado que el presunto agresor, Manuel C.R., de 50 años -que supuestamente conocía al policía por ser vecino del barrio- llegó al bar y comenzó a dar golpes en la barra y a tirar botellines al suelo.

Los clientes, entre ellos el agente, le recriminaron su actitud y el agresor les insultó, siguió armando bronca y agarró al policía municipal del cuello y se lo rebanó.

Tras huir y desprenderse del cuchillo, que arrojó cerca del bar, el agresor se dirigió a su domicilio, cercano al lugar de los hechos, desde donde llamó al 112 relatando lo sucedido y entregándose a la Policía para su detención.

Los agentes encontraron el arma homicida bajo un vehículo estacionado en la zona de los hechos. Mientras, un equipo de Samur-Protección Civil atendió al policía, aunque solo pudieron confirmar su muerte.

Según la Policía Municipal de Madrid el detenido cuenta con antecedentes psiquiátricos y policiales por asuntos de drogas, y ahora el Grupo V de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura lleva la investigación.

Compañeros de Juan Ballesteros Peiró han asegurado que la víctima era una persona tranquila y nada problemática.

VETERANO / Ballesteros tenía 47 años, era soltero y vivía con su madre precisamente en el barrio, Vicálvaro, donde han sucedido los hechos. Estaba destinado en la Unidad del distrito de Ciudad Lineal y también había ejercido su labor en la emisora de la Policía Municipal, cuerpo en el que ingresó en 1994.

Amigos del fallecido le han recordado como una «muy buena persona», que nunca causaba problemas y que siempre estaba dispuesto a ayudar a todo el mundo que se dirigía a él con alguna duda o problema.