La Guardia Civil investiga desde la tarde de ayer la muerte de un niño de cuatro años en la piscina de una casa de campo de la aldea colona de El Villar, donde pasaba el día junto a sus familiares. Según informó el servicio de coordinación de emergencias 112, poco antes de las cinco menos cuarto de la tarde se recibió un aviso alertando de la desaparición de un menor en una finca situada en el Camino de Palma, una zona poco urbanizada con algunos chalés dispersos. Inmediatamente se contactó con la Guardia Civil para que acudiera al lugar de los hechos, si bien poco después se recibió otra llamada en la que se informaba de que se había sacado de una piscina a un niño y que este precisaba asistencia médica, por lo que desde el 112 se alertó a la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES).

Entretanto, los propios familiares, que fueron los que al parecer encontraron al pequeño, fueron ayudados por los agentes de la Guardia Civil que se habían desplazado hasta la finca e intentaron reanimar al pequeño mientras llegaban los sanitarios, sin que esto fuera posible. Aunque no han trascendido las circunstancias de la muerte, todo indica que el menor falleció ahogado en la piscina, si bien habrá que esperar el resultado de la autopsia. De confirmarse el ahogamiento, esta sería la segunda víctima mortal por ahogamiento que se registró ayer en Andalucía tras la muerte de un bañista en Conil (Cádiz).

A pesar de la dramática noticia, ni en la aldea de El Villar ni en Fuente Palmera trascendió la noticia hasta bien entrada la tarde, ya que la familia propietaria de la casa de campo es de la capital y no tiene vínculos con los vecinos, ni siquiera con los de los chalés cercanos, que solo se percataron ayer de que algo ocurría al ver el revuelo de vehículos en torno a la entrada de la casa.

Mientras la Guardia Civil y el forense realizaban su trabajo en el interior de la finca, un grupo de niños acompañados por varios adultos permanecían en el interior, intentando asimilar que lo que comenzó como una agradable jornada en el campo para mitigar los efectos del calor se había convertido en una tragedia en apenas unos minutos.