El servicio de la línea 9 del Metro de Madrid se vio interrumpido ayer después de que se produjera la explosión de un ordenador portátil de una mujer que iba en uno de los convoys. El vagón tuvo que ser desalojado debido al gran humo que produjo dicho suceso, a lo que hay sumar la alarma creada entre los pasajeros, entre los que se han llegado a vivir escenas de pánico. Los hechos se produjeron en torno a las nueve de la mañana, cuando un portátil comenzó a arder dentro del bolso de una joven. El servicio quedó interrumpido hasta una hora más tarde.

Hasta el lugar se desplazaron varias ambulancias del Samur-Protección Civil, que atendieron a varias personas, si bien se produjeron heridos. Unas diez personas fueron atendidas por crisis de ansiedad y algunas más por inhalación de humo, sin que su estado revista gravedad.

El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ricardo Jiménez, aseguró ayer a Efe que la tecnología que incorporan este tipo de baterías es «muy segura» y su probabilidad de deflagración es «muy escasa», Su explosión se produce cuando hay algún fallo de fabricación o se ha generado por un golpe. Esto hace que la energía no circule adecuadamente y se crea un punto caliente en el que se acumula la energía y que es el que la perfora y provoca la deflagración, que habitualmente «se trata de una explosión suave» y nunca «violenta como una olla a presión», apunta el investigador.