Dos años de cárcel; privación del derecho a conducir vehículos a motor durante seis años, lo que supone la pérdida definitiva del permiso; multa de 2.700 euros y comiso del vehículo. Esa es la condena impuesta ayer al conductor de 48 años de edad detenido el pasado 15 de abril tras recorrer 24 kilómetros de la A-4 en sentido contrario y que casi cuadriplicaba la tasa de alcohol permitida. La sentencia, por los delitos de conducción temeraria y bajo los efectos del alcohol, fue dictada in voce una vez que el acusado reconoció los hechos y prestó su conformidad en un juicio rápido celebrado por el juzgado de lo Penal número 4.

Según relata el fiscal en su escrito, aquel sábado el acusado condujo el vehículo de su propiedad después de haber ingerido bebidas alcohólicas «en exceso» que le habían supuesto «una merma de su capacidad psicofísica». En esas condiciones, sobre las 19,40 horas, fue detectado conduciendo por la autovía A-4 en sentido contrario. Según explicó la Guardia Civil en su día, marchaba en dirección a Madrid, pero utilizando la calzada que conduce a Sevilla. Numerosas llamadas al servicio de emergencias 112 lo situaron a la altura del kilómetro 430, en el término municipal de La Carlota.

A partir de ahí, su marcha en sentido contrario, según apunta el fiscal, «supuso un evidente peligro de colisión» para los muchos vehículos que circulaban correctamente, estando a punto «en varias ocasiones» de colisionar frontalmente con otros automóviles que tuvieron que realizar «maniobras evasivas» para evitarlo.

Sin embargo, el acusado, lejos de detener su turismo, continuó circulando varios kilómetros en dirección prohibida, «hasta el punto de que no detuvo su alocada y peligrosa conducción» pese a que un agente de la Guardia Civil, que había sido advertido por las llamadas de alarma, le hizo indicaciones de que se detuviera. Ya sobre las 20.00 horas, a la altura de la Torrecilla y tras recorrer 24 kilómetros en sentido contrario, fue finalmente interceptado por un agente de la Policía Nacional que observó que «conducía dando bandazos y a alta velocidad». Una vez que los agentes de la Guardia Civil acudieron al lugar y le hicieron la prueba de alcoholemia, arrojó un resultado positivo de 0,99 y 0,91 mg/l, casi cuatro veces más de lo permitido.

Tras mostrar ayer su conformidad con las penas, la magistrada advirtió al condenado de que para ponerse de nuevo al volante tendría que volver a examinarse pasados los seis años de privación del derecho a conducir.