El Zoo de Barcelona ha abierto este jueves la nueva instalación para los orangutanes del parque -tiene una superficie de 1.100 metros cuadrados y ha costado 1,2 millones de euros- que permitirá observar a los animales durante todo el año sin importar la climatología.

El sitio busca imitar el hábitat natural de esta especie en peligro de extinción. Tiene una cascada de cuatro metros, rocas naturales y artificiales y unas barras de hierro que tienen una forma de balancearse similar a las de los árboles.

El nuevo espacio está situado en la anterior ubicación y comprende, también, el antiguo foso de los mandriles, que han sido enviados al Zoo de Lisboa.

SIETE ORANGUTANES

Al lugar se trasladará una familia de siete orangutanes, encabezados por el macho dominante de 18 años que llegó a Barcelona el 2005 del Zoo de Dublín.