El Gobierno ha vuelto a negar este miércoles cualquier responsabilidad en el caos circulatorio en la AP-6 durante los días 6 y 7 de enero, que dejó a más de 3.500 vehículos atrapados en la autopista de acceso a Madrid. En una línea muy similar a la expuesta hace un par de días por el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, el titular del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha endosado toda la culpa a Iberpistas, la concesionaria de la carretera. Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro también ha pedido “perdón” a los afectados por el temporal y ha propuesto varias medidas para evitar la repetición de episodios como el de hace dos semanas, durante la operación retorno de la Navidad.

Frente a las críticas de la oposición, que ha vuelto a pedir el cese de Serrano, Zoido ha defendido al director de la DGT, quien llegó a responsabilizar a los ciudadanos del caos, recomendó un Twitter un ridículo kit antinevadas y coordinó el operativo desde su casa en Sevilla, en lugar de estar en su puesto de trabajo.

“Por parte de la concesionaria se tomaron decisiones que no fueron las correctas. Esto no es un juicio de valor, sino las conclusiones de los informes”, ha dicho el titular de Interior. Los principales errores, ha continuado, fueron levantar las restricciones a la 19 horas del sábado, pese a que ya se estaban dando importantes problemas en la vía, y cortar la vía a las 21 horas sin activar el protocolo de emergencia hasta las 22.50 horas.

Pero nada de esto, ha argumentado Zoido, es culpa del Gobierno, que tiene previsto multar a la concesionaria. Según el ministro, la prueba de la buena gestión del Ejecutivo reside en lo que ocurrió el 6 de enero en la A-1 Madrid-Burgos, de titularidad pública, que transcurre en paralelo a la AP-6. Allí no hubo caos, “La situación fue radicalmente diferente. En una vía se tomaron las decisiones correctas y en la otra hubo un colapso total”, ha explicado.

Los cambios

Aun así, Zoido ha reconocido que se deben tomar medidas para evitar la repetición de estos episodios. Interior ha pedido opinión a los expertos. “Todos coinciden en una serie de iniciativas”, ha dicho el ministro. Entre otras, que la decisión de abrir y cerrar una vía concesionada corresponda “en última instancia” a la DGT y que “en las operaciones especiales de tráfico un representante de todas las concesionarias de las vías esté presente en el centro de gestión de tráfico”.

Tras lanzar esta propuesta, los grupos de la oposición le han recordado que el director de la DGT no estuvo en los días fatídicos en ningún centro de gestión de tráfico, sino en su casa en Sevilla.