Antes de entregarse, Juana Rivas dirigió una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; al fiscal general del Estado, José Manuel Maza, y al presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, en la que pidió a las autoridades que intercedan a su favor porque ella y sus hijos corren «un gran peligro» si son entregados a su expareja, el italiano Francisco Arcuri.

En la misma, Rivas les explica que en mayo del 2016 tuvo que huir de Italia hasta España, su país de origen, para huir del «infierno» y de la «violencia diaria» del que era entonces su compañero sentimental, según su versión, «un maltratador reincidente».

Rivas, quien ha permanecido en paradero desconocido para evitar la entrega de sus hijos durante 28 días, culpa de su situación a los «errores cometidos por las instituciones», que han provocado una cadena de «despropósitos e injusticias». En su opinión, sus sucesivos recursos judiciales para evitar que Arcuri vea a sus dos hijos se han desestimado sin preguntar siquiera a los menores y sin que el juzgado de turno los evalúe.

MÁS DE UN AÑO DE TARDANZA / Asimismo, la justicia tardó más de un año en derivar su denuncia por malos tratos contra su expareja a Italia. «Escapé porque creía que España era uno de los países más pioneros y avanzados en la protección de mujeres y niños que caen en manos de este terrorismo doméstico que deja secuelas irreparables», alega. Pese a ello, ha sufrido en España meses de «desaliento y desamparo» y por ello el «miedo ha vuelto a atenazar» su estómago. «Yo ya no puedo seguir intentando protegerlos sola. Por favor, ayúdenme», señal desesperada en la carta, que difundió Europa Press.

Rivas pidió a Rajoy y a las máximas autoridades judiciales que, aunque tienen cosas más importantes en las que trabajar, «cierren los ojos unos segundos e imaginen que son su hija».

«Escúchenos primero, antes de mandarnos de vuelta, solo pido eso. Ustedes representan la última oportunidad de poder vivir en un entorno sano, libre de miedo y violencia, como cualquier niño merece», agregó.

«¿Para qué ha firmado España tantos tratados y leyes? ¿Es todo papel mojado para mis hijos y para mí», se pregunta Rivas la misiva.

Rajoy se solidarizó con la madre de la localidad granadina de Macarena justo cuando comenzó la campaña de solidaridad Juana está en mi casa. El presidente del Gobierno manifestó que «hay que ponerse en el lugar de la madre» que «ha tenido que irse de Italia y su marido ha sido condenado por los tribunales».