El jefe de homicidios del Cuerpo Nacional de Policía de Sevilla declaró ayer en el juicio por una violación mortal en un parque de la ciudad y aseguró que el acusado le provocó a la víctima unas lesiones «brutales» que no habían visto nunca los policías y forenses encargados del caso. El acusado, Francisco Morillo Suárez, de 46 años, tras la brutal agresión, dejó a la mujer «desangrándose» en un banco del parque de María Luisa y le provocó «desgarros tan dolorosos que se hubiera defendido con uñas y dientes» si hubiera podido, precisó el jefe policial.

Sin embargo, la mujer, de 31 años y 42 kilos, no pidió auxilio porque estaba aletargada por los barbitúricos que había ingerido, que no eran suficientes para provocar el suicidio que había anunciado por teléfono a amigos, lo que había hecho en otras ocasiones, explicó el policía en el juicio que se sigue en la Audiencia de Sevilla. La mujer murió desangrada el 24 de febrero de 2016 tras los «desgarros brutales por profundidad y tamaño» que le provocó con un objeto romo el acusado, para el que la Fiscalía de Sevilla pide, por primera vez, prisión permanente revisable y al que la Policía califica como un «merodeador» habitual del parque, donde a veces mantenía relaciones homosexuales.

El acusado, que ha defendido que las relaciones fueron consentidas, había sido denunciado por su mujer en siete ocasiones, y en una de ellas dijo que había sido drogada, tras la cual abusó de ella.