Los estudiantes de las universidades públicas rechazaron ayer que las becas puedan evolucionar hacia un sistema de préstamos y reclamaron al Ministerio de Educación una política universitaria basada en el diálogo y el consenso.

El presidente de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (Creup), Luis Cereijo, ha respondido así a la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, que el pasado viernes, en un desayuno informativo, planteó el debate de si debería mantenerse el sistema actual de becas o si se debería "evolucionar a un sistema de préstamos".

Posteriormente el ministerio negó que se plantee un cambio de estas características, pero Cereijo ha señalado en rueda de prensa que temen que dicha propuesta "no sea un globo sonda" y, posteriormente, Educación tome medidas en la línea de rebajar la financiación pública y traslade los costes al alumnado y las familias, "perjudicando a quien menos tiene".

"El Ministerio improvisa y no tiene una estrategia sobre el modelo universitario", según el presidente de la Creup, organismo que representa a 800.000 alumnos de 23 universidades públicas (hay 82 universidades, 50 públicas y 32 privadas).

"Si el verdadero interés es no tener tabúes, ¿por qué plantea los debates en los medios de comunicación y no en los cauces establecidos para ello?", se ha preguntado Cereijo, que ha asegurado que desde hace un año el departamento que dirige José Ignacio Wert no ha convocado al Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (Ceune).

"Las administraciones públicas deben garantizar el derecho a la educación universitaria" y eso solamente se puede hacer a través de una política de becas, ha recalcado. "Rechazamos de plano la propuesta" hecha por Gomendio, que crea "incertidumbre" entre los alumnos y sus familias y, según Cereijo, por cuanto se entiende que ellas serían las que se endeudarían por algo que es "obligación" de las administraciones públicas.

El presidente de la Creup ha calificado como "falta de respeto hacia el alumnado" el que los debates no se planteen en "los cauces adecuados".