La curiosidad le puede costar cara a María del Carmen Rodríguez, una enfermera sevillana de 54 años que permanece encarcelada en una cárcel de San Petersburgo a la espera de juicio y acusada de robo. Unos agentes de la policía rusa la sorprendieron poco después de localizar un neceser supuestamente abandonado cuando se encontraba en el aeropuerto, a punto de emprender un viaje a Moscú y quedarse con algunos de los objetos de su interior. El valor del robo supera los 5.000 rublos, menos de 100 euros al cambio, por lo que según la normativa rusa se trata de un robo, no de un hurto, y se enfrenta a cinco años de cárcel.

La situación es kafkiana, según denuncia su hija, Lola Serrano, que la acompañaba en el viaje. El pasado miércoles 6 de septiembre, ambas iban a coger el vuelo hacía la capital rusa, donde permanecerían durante unos días antes de emprender la vuelta a España. En el aeropuerto de San Petersburgo, la mujer localizó un neceser tirado en el suelo, según relata la joven, y tras preguntar a algunas de las personas que estaban en las inmediaciones si les pertenecía, decidió cogerlo pese al rechazo de su hija, que le insistió para que lo soltara.

El neceser, propiedad al parecer de una joven rusa, contenía unas piezas de bisutería, maquillaje, gafas de sol y graduadas y un cargador de móvil. En total, unos objetos valorados en 7.000 rublos. María del Carmen Rodríguez optó por quedarse con algunas de las cosas y dejó de nuevo el neceser junto con las gafas graduadas encima de una máquina expendedora del aeropuerto. Sin embargo, cuando estaban ya en la cola para facturar llegó la policía y les preguntó si llevaban "algo que no fuera suyo".

Esperando un traductor

Las dos mujeres trataron de explicar a la policía que la bolsa estaba abandonada y que habían cogido algunos objetos. Sin embargo, debido a que los agentes no sabían español ni inglés y ellas no dominaban ruso, tuvieron que esperar la llegada de un traductor desde las 10.00 a las 20.00 horas para poder hacer la declaración, algo que no se produjo hasta ya de madrugada.

Tras dar su versión de lo ocurrido, la mujer fue conducida a un calabozo mientras la hija buscaba un hotel para quedarse y tratar de solucionar la situación y contactar con el Consulado español en San Petersburgo, aunque sin mucha suerte. Según critica, hasta que no llegue el informe de este organismo, el Ministerio de Asuntos Exteriores no puede iniciar ningún trámite ni expediente. Asimismo, Serrano ha contratado a una abogada bilingüe que pueda defender a su madre, que deberá permanecer en la prisión un mínimo de dos meses hasta que se celebre el juicio.

La familia está angustiada porque la abogada les cobra 800 euros mensuales que temen no poder pagar, ya que dos de los cuatro hijos de María del Carmen no tienen trabajo, y ésta podría perder su empleo con una ausencia tan prolongada. Además, llegaron a arrendar un apartamento porque, según les informaron, si María del Carmen tuviera domicilio en Rusia podría esperar en libertad provisional la vista, pero les fue denegada esta opción por el juez ante el riesgo de fuga. Los hijos temen ahora las condiciones en las que puede estar la mujer, que ha pedido un diccionario de ruso para poder comunicarse de alguna forma. "No me puedo creer que, por un neceser con objetos valorados en 100 o 200 euros, esté pasando esto", subrayó, insistiendo en la desproporción de la prisión preventiva porque su madre "no ha matado a nadie".